A sus 72 años, Norma Williams parece haber encontrado el famoso elixir de la juventud eterna que todo el mundo ansía tomar. A pesar de tener más de siete décadas encima sigue mantieniendo su envidiable figura y hasta es confundida con una adolescente.


Williams nació en Inglaterra, pero vive en Italia desde hace 20 años y su ingreso a las redes sociales, sobre todo en Instagram, ha venido acompañado de halagos dirigidos a su cuerpo. Su rostro ha sido comparado con el de una asolescente por la escasa aparición de arrugas, que son de lo más normal cuando se llega a cierta edad.

Alejandra Rodríguez, experta en Salud y Bienestar del sitio web GuiaDeSuplementos.es, menciona que existen muchos motivos por el que la piel humana empieza un proceso de degradación conforme avance el tiempo, incluyendo la radiación solar o el mismo aire que respiramos al dar paso a los radicales libres. Además recomienda seguir un balance nutritivo para ralentizar este proceso.

“Si bien es cierto que los productos estéticos son importantes para una piel sana, el aporte de las vitaminas es aún mayor, sobre todo las que tienen un efecto antioxidante como la C, E, K y B, pues ayudan a combatir cualquier daño a las células. La mejor forma de consumir estas vitaminas es a través de vegetales o mediante suplementos”, afirmó en uno de sus artículos.

Norma Williams inició una dieta saludable cuando tenía 28 años. Sumado a esto, empezó a caminar a velocidad cuatro veces a la semana y dos días los dedicó a entrenar en el gym. Su actividad se encuentra muy por encima del promedio en países como España, donde un estudio realizado por el Consejo Superior de Deportes puso en descubierto que el 35 % de españoles mayores de 65 años solo practican deporte una vez a la semana.

Gracias a su vida activa, Norma tiene las medidas que cualquier modelo podría envidiar: pesa 60 kilos y mide 1.70. Ha confesado que si su peso aumenta, también lo hace la práctica del ejercicio. Su dedicación no le permite un día sin actividad física y no pone excusas como el estado de ánimo o el clima.

Su dieta consiste en frutos secos, galletas saladas, yogurt griego con miel o arándanos, arroz y agua. Para finalizar el día se da un gusto con dos copas de vino tinto.

Al iniciar el día no desayuna su sándwich con una taza de capuccino hasta que termina de realizar ejercicio, complementando en su media mañana con naranjas o cualquier fruta.

En su almuerzo suele comer legumbres, zanahorias, brócoli y champiñones bañados en salsa roja. Suele terminar el día cenando pollo con legumbres, aunque a veces lo reemplaza con ensaladas o pasta.