La otrora Miss Zulia 1997 narra las noticias del acontecer diario en »Edición Digital Nueva York», espacio perteneciente a la cadena Univisión.

Eduardo Andrés Muria /Rumberos.net – Actuación, animación o modelaje. Usualmente las chicas que participan en los certámenes de belleza manifiestan su interés por ocupar un lugar en la industria del entretenimiento. Sin embargo, cuando Patricia Fuenmayor concursó en el Miss Venezuela  sabía que quería dedicarse a un oficio que –a su juicio- requiere mucha más vocación y preparación; informar.

Aunque por mucho tiempo ventiló la vida de los famosos en “De boca en boca” y presentó algunas ediciones de “Súper sábado sensacional”, la otrora Miss Zulia 1997 se mantuvo fiel a su deseo. Luego de varios años ausente de la pantalla chica, Patricia regresa a la televisión con el respaldo de la cadena Univisión. Desde La gran manzana, narra el acontecer noticioso en “Edición Digital Nueva York”.

La industria del entretenimiento en Venezuela le brindó oportunidades para consolidar su carrera en la TV. ¿Por qué apostar a los espacios de corte informativo?
 
Mis inicios fueron en prensa Venevisión. Allí era la chica del tiempo. De hecho decidí cambiarme de carrera y estudiar comunicación social, mención prensa escrita. Después estuve un año en un espacio dedicado a los Deportes, hasta que entré en el mundo del entretenimiento. Pero las noticias siempre han estado ligadas a mi carrera y la circunstancia me trajo de regreso.
 
Usted salió de un concurso de belleza ¿Se ha sentido cuestionada ahora que está en un campo ajeno a lo que hacía?
 
Sí, pero no me ha importado. Hay que romper ese estigma de las misses. Mi trabajo y esfuerzo diario, además de mi experiencia a estas alturas de mi vida, han sido mi mejor carta de presentación. La gente adora a las misses, y mi compromiso es con la comunidad y la información.

Desde su perspectiva ¿Qué diferencia una cosa de la otra?
 
Son dos cosas totalmente distintas. La información es compromiso y para mi es una responsabilidad que requiere mucha vocación y preparación. El entretenimiento es más feliz, te conectas con lo bueno de la vida y de los personajes, dejas fluir tu lado más divertido y te permite ser más creativo e histriónico.
 

Todo medio de comunicación tiene una línea informativa. ¿Cómo es la de Univisión?
 
En Univisión me he dado cuenta que no existen las fronteras. Trabajamos para un público diverso, con distintas culturas y costumbres, trato de mantener una línea universal e inclusiva, con enfoque a todos los migrantes hispanos que vienen de los distintos países de Latinoamérica. Ha sido una experiencia cultural de mucho aprendizaje.

¿En particular cómo abordan el acontecer noticioso de Venezuela?

Todo el mundo está muy preocupado con lo que está sucediendo en nuestro país, el tratamiento es como debe ser, se muestran los distintos ángulos de la noticia, y el público saca sus propias conclusiones.
 
“La información debe darse y salir a la luz, contra todo riesgo. Es la herramienta de trabajo de los periodistas, así como los médicos necesitan sus conocimientos, los ingenieros las matemáticas, nosotros tenemos la voz para dar a conocer la verdad”, agrega.


¿Cuál ha sido la noticia más difícil que haya dado?

Recientemente nos tocó un Breaking News de un chico que atropelló a varias personas en Times Square, este tipo de noticias suben tu adrenalina porque implican muchas cosas que no están confirmadas y debes tratar de mantenerte al margen entre las suposiciones, los miedos y la realidad. Hace años la vaguada de Vargas marco un antes y un después de mi carrera, no solo por lo que vivimos en el lugar, si no por todo el impacto que dejó en nuestro país.
 
¿Por qué se fue de Venezuela?  

Luego del Secuestro Express de mi esposo y de todas las cosas que pasamos a diario los venezolanos, reflexionamos en buscar nuevas oportunidades en otras fronteras. Hicimos un plan que nos tomó cuatro años, de indecisiones, ir y venir muchas veces, hasta que me llamaron de Univisión, luego de un casting que había hecho hace tiempo en Nueva York.


¿Cuál es la realidad del artista venezolano en Estados Unidos?
 
Nuestra realidad no es fácil, estamos saliendo de casa, somos un pueblo pequeño comparado con el mexicano, somos inmigrantes nuevos, de data temprana. Tenemos a nuestro favor que nuestras universidades son excelentes, nuestra alegría, recursividad y forma de ver la vida, cuando nos toca salir como lo estamos haciendo, nos convertimos en mejores personas, más luchadoras, menos acomplejadas y asumimos con hambre las oportunidades. Esto a la larga de seguro te garantiza el éxito.


 ¿Regresaría a su país?

Siempre voy a querer regresar, Venezuela es mi casa. Por ahora voy a seguir trabajando para consolidarme en este nuevo lugar de trabajo y conquistar este público hispano que es tan diverso y maravilloso.

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