La actriz venezolana se metió en la piel de la socia y mujer del narcotraficante más buscado de México en »El señor de los cielos».


(Eduardo Andrés Muria M/@Eduardoandresmuria).- Han transcurrido cinco años desde la última participación de Sabrina Seara en una producción venezolana. »Válgame Dios», historia escrita por Mónica Montañez, permitió que la actriz consolidara su carrera en la industria de las telenovelas criollas, con un papel protagónico que asegura fue un amuleto de buena suerte.

Luego de finalizar el proyecto, pudo incursionar en la industria de la televisión hispana de Estados Unidos con el respaldo de la cadena Telemundo. Para Sabrina el reto era mayor pues debía dejar a un lado las bondades que suponen los dramáticos y desafiar la ficción en un formato de serie.

En la quinta temporada de “El señor de los cielos”, el escritor Luis Zelkowicz, confió en el talento de la actriz venezolana y puso en sus manos el guion de Esperanza Salvatierra, socia y mujer del narcotraficante más buscado de México, quien además se dedica al blanqueo de capitales.

Pese a que sigue haciendo carrera desde el exilio, Sabrina confiesa que se ha mantenido en una constante evolución como actriz y mujer. Cuenta que lo que más disfruta de su profesión –en esta nueva faceta- es la capacidad de crear y de interpretar diferentes personajes.

-Usted ha tenido trabajado para televisión nacional y ahora para una cadena internacional. A su juicio, ¿qué hace diferente una y otra experiencia?
-Formarme como actriz en Venezuela fue la mejor escuela. Quizá no viví la época de oro de la televisión, pero tuve grandes maestros en mis compañeros, productores y equipo técnico, que sí llegaron a formar parte de aquello. La diferencia está en la infraestructura, la tecnología y, por supuesto, el presupuesto que maneja cada canal. Respeto mucho el género de las telenovelas, con él he crecido, gracias a él me he dado a conocer y he hecho una hermosa carrera. Pero definitivamente me apasiona más el formato de serie, donde las historias son más reales.

-Meterse en la piel de Esperanza Salvatierra probablemente supuso un reto para usted por la dimensión del personaje y lo polémico que puede ser. ¿Cómo lo asumió?
-Cuando comencé a leer los libretos y todo lo que se iba desarrollando con esta mujer dentro de la historia, llamé de inmediato a mi mánager y le dije que si estaba seguro que era Esperanza el personaje que iba a interpretar; pues esta mujer era todo lo opuesto a los personajes rosa que he venido interpretando en mi carrera. Pensé mucho sobre arriesgarme hacer un personaje tan polémico como este, una banquera multimillonaria que se dedica al lavado de dinero y con una vida sexual bastante activa que se vuelve socia y mujer del narcotraficante más buscado de México: Aurelio Casillas, “El señor de los cielos”. Fue mi esposo Daniel Elbittar, el que me convenció y dijo que era capaz de eso y de más, que confiara en mi talento y no me llevará por los prejuicios y paradigmas de la televisión. “¡No seas loca chica!”, me dijo (risas).

-Usted forma parte del staff de talentos exclusivos de Telemundo. ¿Cómo se logra ocupar un lugar tan importante en dicha cadena siendo una actriz latina en el competitivo mercado de la televisión en Estados Unidos? ¿A qué le atribuye el haberlo logrado?
-Las cosas llegan cuando estás preparado para asumirlas, pero también creo en la acción y reacción. Detrás de las oportunidades que se me han presentado internacionalmente, hay muchos años de trabajo, constancia y disciplina, creo que principalmente a eso se lo debo.

-¿A qué se debe el éxito de El señor de los cielos?
-Ya son cinco temporadas llevando al público esta historia ficción sobre el oscuro mundo del narcotráfico. Este tipo de series se han apoderado de la televisión imagino que por el morbo de la gente de saber cómo viven, piensan y actúan estos criminales. El éxito está en el equipo de guionistas, que se reinventa cada temporada para tratar temas de interés que afectan a toda Latinoamérica: la corrupción, el tráfico de drogas, el abuso de poder…

¿Por qué se fue de Venezuela?
-Tome la decisión de buscar nuevas oportunidades de trabajo que lamentablemente mi país no me estaba ofreciendo, y no sólo laboral sino también personalmente. Me gusta salir de mi zona de confort, asumir los retos. No tenía nada que me amarrara a Venezuela, así que decidí arriesgarme y comenzar de cero.

-Muchos de sus colegas que han emigrado no han tenido la suerte a su favor. Desde su perspectiva, ¿cuál es la realidad del artista venezolano en la industria de la televisión hispana en EEUU? ¿Qué tan difícil es hacer carrera afuera?
-Venezuela fue pionera en el género, estoy segura que pronto lo volveremos a ser. Es un orgullo encontrarme en el exterior con escritores, directores, actores y productores que hacen un excelente trabajo. También me duele ver a tantos otros talentos que han tenido que recurrir a oficios que no son los suyos para sobrevivir, pero eso no es algo que solamente se ve en el exterior, Venezuela está llena de profesionales desempleados que tienen que rebuscarse la vida con cualquier trabajo, es una triste realidad de cual tenemos que aprender todos. Estoy segura que pronto recuperaremos nuestro país.

-Además de actriz, también es madre (de Maximiliano) y esposa. ¿Cómo hace para no descuidar cada una de estas facetas de su vida?
-Ahora que soy madre descubrí que las mujeres tenemos poderes mágicos, a veces no sé de dónde saco el tiempo ni las fuerzas para hacer tantas cosas, trato de ir viviendo cada día como vaya fluyendo. Tengo una profesión y un estilo de vida nada rutinario, todos los días de mi vida son únicos y diferentes; cada uno de ellos son un nuevo comienzo, una oportunidad de ser una mejor mujer, madre y esposa.

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