Prince, quien falleció de manera inesperada este jueves a los 57 años, transformó el paisaje musical con su funk infeccioso antes de convertirse en un rebelde reclusivo que desafió con audacia las convenciones de la industria.


Prince, el llamado «Kid de Minneapolis» creó en 1984 «Purple Rain», considerado uno de los discos más grandes de todos los tiempos, pero fue tan prolífico que entró en una contienda legendaria con su propio sello.

En la última etapa de sus carrera, Prince se volvió famoso por sus excentricidades, que incluyeron cambiar su nombre por un impronunciable «símbolo de amor», anunciar sus conciertos a último minuto y negarse a que los periodistas tomen apuntes, y menos aún que graben sus entrevistas con él.

Pero más allá de la persona pública que alimentaba la sátira, Prince fue aclamado de manera universal como uno de los artistas más talentosos de su generación, gracias a su maestría con la guitarra eléctrica, que era capaz de tocar colocándola hasta en su espalda, y su canto con un falsetto que nunca mostró signos de deterioro pese a la edad.

A pesar de convertirse en una de las más grandes estrellas de su época -una de sus canciones fue llamada de manera insolente «Todos los críticos te aman en Nueva York»- el artista insistió en vivir cerca de su ciudad natal de Minneapolis (norte), donde construyó su complejo Paisley Park.

Prince grabó discos en el estudio de última generación en ese lugar y también organizó fiestas públicas, la última de ellas el sábado. Conservó sus grabaciones en las bóvedas del estudio y murió allí, en su residencia.

    «Una cosa que quisiera decir es que no vivo en una prisión. No tengo miedo de nada», dijo en una rara entrevista grabada en 1986 con el canal MTV en el apogeo de su fama.

    «No he construido ningún muro a mi alrededor. Soy como cualquier otro. Necesito amor y agua, y no tengo miedo de una respuesta negativa porque, como digo, hay gente que apoyará mis costumbres como he apoyado las de ellos».

    «Realmente no me considero una super estrella. Vivo en una pequeña ciudad y siempre lo haré».

– Camino a la fama –

Nacido como Prince Rogers Nelson, el futuro ícono pop creció en Minneapolis en una familia de músicos de jazz, ya que su padre era pianista y su madre cantante.

Prince se mudó a diferentes casas luego de que sus padres se separasen pero para sorpresa de algunos fanáticos tuvo en general una infancia y adolescencia convencional, incluyendo un pasado como jugador de baloncesto en el colegio.

Empezó tocando con bandas en su adolescencia y luego lanzó un disco con Warner Brothers. Se mudó de manera temporaria a California para grabar y tocar cada instrumento en su debut «For You» de 1978.

Su segundo álbum, bautizado con su nombre, dejó ver la futura ética de trabajo de Prince, ya que lo grabó semanas después de su primer lanzamiento.

«Prince» marcó el inicio de su éxito comercial con canciones bailables como «I Feel For you», grabada nuevamente más adelante con Chaka Khan.

El músico volvió a crear numerosos hits en los años siguientes, incluyendo el álbum «1999», cuyo tema con letra de ciencia ficción «Esta noche voy a irme de fiesta como si fuese 1999» se convirtió en un himno dos décadas más tarde cuando finalmente llegó el cambio de milenio.

Pero su fama saltó a las nubes con el aclamado «Purple Rain,» que fue acompañado de una película casi autobiográfica en la que «The Kid» luchaba contra una banda rival liderada por el presumido Morris Day para tocar en el legendario First Avenue club de Minneapolis.

El álbum, grabado con su banda soporte The Revolution, generó éxitos como «Let’s Go Crazy», «When Doves Cry» y «I Would Die 4 You», junto con «Darling Nikki», que como muchas de sus canciones rebosada de sexualidad.

– De estrella a «esclavo» –

A «Purple Rain» lo siguieron otros discos exitosos como «Sign o’ the Times», «Graffiti Bridge» y la banda de sonido del filme «Batman».

Pero Prince se fue sintiendo cada vez más alejado de su sello discográfico, Warner Brothers, que quería controlar su facilidad para crear.

A principios de la década de 1990, en un gesto muy fuerte para un afro-estadounidense, escribió la palabra «esclavo» en su mejilla en señal de protesta por sus condiciones y cambió su nombre por el «símbolo del amor», buscando grabar por su propia cuenta.

    Prince experimentó ampliamente durante su carrera, publicando un total de 39 discos de estudio y ganando siete Grammys.

Fue un prematuro admirador de internet pero tuvo una relación tumultuosa con el mundo online.

En 2010 declaró que internet estaba «completamente acabado» y lanzó un CD ofrecido en diarios europeos.

Recientemente había vuelto a creer en las posibilidades de la música online, firmando con el servicio Tidal del rapero Jay-Z, en parte porque le permitía colocar discos más rápidamente bajo su control artístico.

En los últimos dos años, lanzó no menos de cuatro álbumes y realizó varias giras, anunciando los billetes a último momento para evitar la reventa.

– Problemas privados –

Prince, que sufrió de depresión temprano en su carrera, tuvo un golpe duro en 1996 cuando su por entonces esposa, la bailarina Mayte García, dio a luz a un niño que murió una semana más tarde de una rara enfermedad.

    Como su contemporáneo y a veces rival Michael Jackson, Prince siempre fue muy reservado sobre su familia, pero García afirmo luego que un segundo niño también murió, lo que contribuyó al final del matrimonio.

A menudo considerado de otro reino, Prince se comprometió a menudo en la política durante su carrera.

El año pasado publicó «Baltimore», un tributo a las víctimas afro-estadounidenses de la brutalidad policial, luego de violentas protestas en esa ciudad por esa cuestión.

    También planeó una gira por Europa solo con piano -explicando que estaba buscando un desafío ya que era conocido por su guitarra- pero la canceló enojado por los revendedores y en su lugar ofreció conciertos en América del Norte y Australia.

Últimamente el artista se mostraba más sociable, invitando de manera reiterada a sus fanáticos a fiestas en Paisley Park.

Además, venía de anunciar que finalmente contaría su historia con sus propias palabras en unas memorias llamadas «The Beautiful Ones», nombre tomado de su canción de «Purple Rain», libro que saldría a la venta en 2017.

Pero Prince falleció apenas un mes más tarde, una muerte con el significado de que, después de todo, permanecerá secreto.

Nueva York (AFP)