La batalla entre la cantante Kesha, la compañía Sony, y el productor Dr. Luke sigue dando de qué hablar.

El último capítulo de esta batalla legal se llevó a cabo este 6 de abril cuando la jueza de la Corte Suprema de Nueva York, Shirley Werner Kornreich, le dio la victoria al productor Dr. Luke, descartando todas las acusaciones que la artista había hecho en contra de la disquera y de Lukasz Gottwald. De acuerdo con la decisión final, las acusaciones de la cantante Kesha fracasaron por falta de pruebas.

En 2014 la intérprete de «Die Young» presentó una demanda en contra de Sony y de Dr. Luke, a quien acusó de maltrato y violación. En la demanda, la artista también expone que la disquera multinacional «Sony» no quiere liberarla de su contrato, lo que la obliga a continuar trabajando con su presunto agresor sexual.

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Según la jueza, los argumentos de Kesha no son válidos, ya que la cantante no está presionada a trabajar únicamente con Dr. Luke.

La magistrada agregó también que el argumento que presentó la artista donde señala que el productor cometió un «crimen de odio» en su contra es inválido ya que la demandante no puede probar que el demandado «estuvo motivado por animosidad de género, cuando supuestamente se comportó de manera violenta con la intérprete. No todas las violaciones son crímenes de odio motivados por cuestiones de género», señaló la mediadora.

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Para hacer la situación aún peor, la jueza descartó cualquier posibilidad de reclamo futuro y elimina la posibilidad de una nueva reapertura del proceso. Recientemente, Kesha había contratado a nuevos abogados para lograr un cambio en el primer requerimiento perdido en enero.

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