Messi y el Barcelona buscarán remontar los dos goles de ventaja que ostenta el Milan en los octavos de final;

la actuación del argentino será determinante para los culés

Barcelona y Milan se juegan mucho más que el pase a los cuartos de final de la Champions League: una eliminación podría marcar el final de una era gloriosa para el club español.

Para Lionel Messi, es un partido capital. Si ayuda a que el Barça remonte en el Camp Nou el 2-0 en contra del choque de ida, habrá restado argumentos a quienes dicen que es un jugador que brilla en las buenas, pero no se pone el equipo al hombro en las malas.

«Siento que podemos lograrlo. Tenemos plantilla, pero necesitamos a la gente. Los que no crean en nosotros, mejor que dejen el carné a otro», dijo en días pasados Gerard Piqué. «Mañana (hoy) no hay excusas, y este equipo va a responder».

Milan y Barça suman 11 copas de Europa entre ambos (siete en el caso de los italianos, cuatro en las vitrinas azulgranas) y la historia pesa en una cita de estilos encontrados, donde los locales deberán recurrir a su manual de futbol ofensivo para remontar la desventaja, mientras que los «rossoneri» tendrán que recurrir al legendario «catenaccio», con el objetivo de aguantar las embestidas del rival.

Por primera vez Messi se encuentra en el ojo del huracán tras el revés en Milán y dos derrotas seguidas contra el Real Madrid en Liga y Copa. Pese a acumular 17 fechas seguidas con gol en la competición doméstica y 51 dianas en total, el argentino no atraviesa su mejor momento y cabe recordar que nunca le ha marcado en jugada a un equipo italiano (sus tres tantos, siempre contra el Milan, llegaron de penal). Los dos últimos los anotó la pasada campaña, justamente en el Camp Nou, cuando el Barça se impuso 3-1 para clasificar a semifinales tras el 0-0 de la ida.

Ese resultado no le valdría en la presente ocasión por el valor doble de los goles fuera de casa en caso de paridad, y el Milan presumiblemente buscará morder al contragolpe, planteando una batalla defensiva.

«Necesitamos encontrar equilibrio y jugar con intensidad, no confundir con precipitación, y mantener la cabeza tranquila», subrayó Roura, segundo al mando del cuadro culé.

En pleno ascenso, con siete victorias y tres derrotas en sus últimos 10 cotejos y solo cinco tantos encajados (nunca dos en un solo partido), el equipo de Massimiliano Allegri ofrece una trayectoria inversa al de su rival, y ha conseguido marcar en 16 de sus 18 choques en calidad de visitante.

«Tendremos que jugar un gran partido, mucho mejor que en la ida, gestionar la posesión del balón y aprovechar al máximo las ocasiones, pero el futuro de este equipo no cambia mañana», opinó el entrenador.

Pero las miradas se centran en Messi, al que el Barça se agarra para no ver rota una racha de cinco semifinales de Champions consecutivas. Sería la primera gran remontada en su estadio de la actual generación, que espera la vuelta de Vilanova y, de paso, alargar el reino dorado del rosarino.

Ya se clasificaron a los cuartos de final Real Madrid, París Saint Germain, Juventus y Dortmund.

Fuente: Laaficion.com