PARIS (Reuters) – Lindsay Lohan estuvo a la altura de su reputación como chica fiestera de Hollywood el domingo con su primera colección para la casa de moda parisina Emanuel Ungaro, mostrando vestidos rosados supercortos y blazers sobre la piel desnuda.

Con un mini vestido blanco y zapatos rojos de tacones, la actriz generó un frenesí entre los paparazzi en el museo del Louvre, donde se mostró la colección, creando exactamente el tipo de interés que los ejecutivos de Ungaro estaban esperando.

Los críticos de moda, sin embargo, lucieron horrorizados frente a los tops de Lohan y sus cubrepezones inspirados en los que usan las desnudistas.

«A ambas nos encanta la moda, los aspectos diferentes, las generaciones diferentes, los distintos estilos alrededor del mundo, nos gusta mezclar de todo», dijo Lohan a los periodistas en una entrevista junto a la diseñadora de Ungaro Estrella Archs.

Los ajustados vestidos en color durazno, rosado fuerte y blanco parecían diseñados para una fiesta en la playa de Malibú, mientras que los resplandecientes cubrepezones que asomaban de los blazers sueltos eran un recordatorio de los propios accidentes con la ropa que ha sufrido Lohan en el pasado.

«No es bueno mostrar tus pezones, por lo que deberían estar cubiertos», dijo Lohan a Reuters, refiriéndose a los cobertores con forma de corazón.

Pero su aparición fue también un recordatorio de los riesgos que enfrentan las marcas de lujo que vinculan su imagen a la de una celebridad.

Cuando los periodistas le preguntaron acerca de su amor por los escándalos, Lohan frunció el ceño y replicó: «Esa es una pregunta innecesaria».

El presidente de Ungaro, Mounir Moufarrige, quien contrató a Lohan como «asesora artística» para revivir la envejecida marca y atraer clientes más jóvenes, lució complacido tanto por la colección como por el enjambre de fotógrafos y equipos de televisión al costado de la pasarela.

Foto: Reuters

(Editado en español por Hernán García)