Con el paso de los años, la prolífica estrella se ha convertido en un ejemplo de éxito y superación para sus millones de seguidores.

La exuberante cantante reconoce sentirse muy satisfecha al haberse consolidado como una de las artistas que mejor encarna el poder adquirido por la mujer en los últimos tiempos.

Con el paso de los años, la prolífica estrella se ha convertido en un ejemplo de éxito y superación para sus millones de seguidores, aunque ella misma admite que a veces no acaba de asimilar todo lo que ha logrado a sus 31 años.

«Desde que era joven y escribía canciones para Destiny’s Child, me gustaba asumir todo el control creativo de mi incipiente carrera, así que pronto me acostumbré a dirigir mi vida yo misma. Además, la compañía discográfica no tenía ni idea de que íbamos a tener tanto éxito y por eso no puso ningún impedimento a que manejáramos nuestra propuesta musical como quisiéramos. En mi trayectoria en solitario he seguido básicamente el mismo patrón y sí, con los años me he convertido en una persona fuerte y poderosa, mucho más de lo que yo misma puedo comprender a veces», se sinceró en las páginas de la revista GQ.

Aunque en los últimos años Beyoncé ha reorientado sus proyectos musicales a un perfil menos comercial y se ha dejado sobrepasar en las listas de éxitos por la omnipresente Rihanna, su prestigio artístico se mantiene intacto y le permite disfrutar de la música desde una perspectiva más relajada.

«He trabajado tan duro desde mi niñez, que a los 31 años creo que puedo hacer lo que quiera sin tener en cuenta la presión procedente del exterior. Me siento muy afortunada por el éxito que me ha acompañado durante tantos años y, al haber llegado ya al punto álgido, creo que puedo bajar el ritmo. Todo el sacrificio que he experimentado este tiempo me recuerda cada día que me merezco lo que tengo», continuó.

Su flexible actitud hacia su nuevo papel en la escena musical parece estar muy relacionada con el cambio de prioridades en su vida, que ha elevado a su pequeña Blue Ivy al centro de su día a día. Beyoncé asegura que su primera experiencia maternal le proporciona aquel sentimiento de realización personal que antes llenaba con su música, y así justifica las escasas actuaciones en directo a las que se ha comprometido últimamente.

«Me encanta mi trabajo, en serio, pero ahora hay otras cosas importantes en mi vida. Antes de dar a luz, la música lo era absolutamente todo para mí y era el eje sobre el que giraba mi existencia. Ahora tengo un nuevo propósito que me hace sentir realizada», concluyó.