El afortunado en recibir dicho objeto será su esposo, Kanye West. Aunque pareciera un acto de autoadulación de Kim Kardashian, no lo es.


La empresaria y celebridad de la TV mandó a hacerse una réplica de su trasero en silicona con el fin de que su esposo Kanye West tuviera un recuerdo de ella cuando se encuentren separados, informó The Sun.

El costo de dicho regalo fue de 20 mil dólares, pero bien valdrá la pena si eso hace feliz a su marido.

«Pensó que podía ser un buen regalo, cree que es algo artístico y sabe que a Kanye le encantaría», reveló una fuente al periódico británico.

«Eso significa que siempre tendrá una parte de ella, aunque sea su trasero, cuando esté fuera por motivos de trabajo», agregó.

Hace una semana el trasero de Kim fue noticia al aparecer desnudo para una sesión de fotos en la revista Paper, algo que Kim consideró «artístico», según declaró en el programa australiano The Project.