Un vestido que ha recorrido las redes sociales por diferentes opiniones encontradas al mirarlo.

Algunas personas consideran que el color del vestido es blanco con dorado y otras, al verlo, lo perciben negro con morado.

¿Dónde está el misterio? ¿De qué color es realmente? Además de las condiciones de iluminación y contraste de la foto, la respuesta está en la manera en que tiene el cerebro de interpretar la luz y valorar el color en función del contexto. El sistema visual humano funciona básicamente interpretando unos estímulos en la retina, de diferentes longitudes de onda, y haciendo una especie de ponderación que termina con una interpretación del cerebro. En otras palabras, los colores son una invención del cerebro y, como se puede demostrar con algunas ilusiones visuales muy sencillas, algo puede parecer de un color u otro en función de lo que hay alrededor, como en la famosa ilusión de las cuadrículas del tablero, reseña el portal Vozpópuli.com.

Ahora bien, el caso de la foto del vestido es realmente llamativo. “He estudiado las diferencias de percepción visual del color durante 30 años y esta es una de las mayores diferencias que he visto nunca”, asegura el neurocientífico de la Universidad de Washington Jay Neitz en Wired. En su caso, él percibe blanco y dorado, pero la realidad objetiva es que el vestido es negro y azul. De hecho, ya se ha identificado el modelo y los fabricantes se plantean hacer una versión en blanco y dorado.

Para el neurocientífico Kyle Hill la discrepancia en la percepción tiene su explicación en la evolución. El sistema visual ha evolucionado en un entorno de luz cambiante y nuestro cerebro tiene que ponderar muchas variables para llegar a una conclusión sobre lo que está viendo. “Lo que está pasando aquí es que tu sistema visual está mirando a este objeto y trata de descartar el sesgo cromático de la luz diurna”, asegura Bevil Conway, experto en color y visión del Wellesley College. “Así que la gente o bien descarta la parte azul, en cuyo caso terminan viendo el vestido blanco y dorado, o bien descarta la parte dorada, en cuyo caso terminan viéndolo azul y negro”.

Especialistas en Photoshop analizaron los fragmentos del vestidos para comprobar de qué color es cada parte objetivamente. Lo que se ve es que las partes que algunas personas ven como azul son efectivamente de un azul muy pálido, aunque están en una zona que roza con el anaranjado. El experto de Wired ha ido más allá y demuestra que en función de cómo se edite la luz de la fotografía, forzando hacia arriba o hacia abajo, se puede percibir de una forma o de otra. Y el ejemplo es casi perfecto, porque de hecho, el cerebro humano está haciendo algo parecido. Pondera, contrasta y decide qué color está viendo en función del fondo, la iluminación y los colores adyacentes.

Otras teorías apuntan a las emociones según un experimento. “Los científicos demostraron que cuando hay un gran acontecimiento en su vida que está teniendo un negativo efecto, su avistamiento de colores puede variar”, argumenta un usuario de Twitter ante el insólito debate.

“Se debe a las emociones y cuando la persona que veía el vestido negro y azul, en 3 o 4 días podría ver el vestido blanco y dorado, ya que su estado de ánimo cambió como el estado en que estaban cuando visualizó por primera vez el vestido”, añade.

Fuente: Globovision.com