(Reuters) – Mario Benedetti, uno de los escritores uruguayos más reconocidos en América Latina, falleció el domingo en su hogar a los 88 años, tras una carrera literaria de seis décadas. «Es un desgarro para la literatura latinoamericana», dijo a un canal de televisión local el escritor uruguayo Mauricio Rosencoff, amigo de Benedetti.

Según reportes de medios locales, el prolífico escritor falleció en su domicilio de una insuficiencia renal. Benedetti había sido dado de alta a principios de mes de un hospital privado tras una enfermedad intestinal. El escritor -que comenzó su carrera literaria en 1949 y fue también periodista, empleado público y vendedor- fue internado el año pasado en varias ocasiones debido a problemas intestinales y respiratorios.

El escritor, que nació en el norteño departamento de Tacuarembó el 14 de septiembre de 1920, debió exiliarse del país durante la dictadura que gobernó Uruguay desde 1973 a 1985, período en el que los simpatizantes de izquierda fueron perseguidos, encarcelados y en decenas de casos asesinados por los militares.

La fama le llegó en 1956 con la publicación de «Poemas de la oficina», una obra sobre la rutina laboral.

Si bien fue un reconocido poeta, su novela «La Tregua» fue traducida a 19 idiomas y llevada al cine y al teatro. Desde 1992 publicó una obra casi por año y hasta hace poco tiempo se encontraba trabajando en un libro de poemas que pensaba titular «Biografía para encontrarme».

Rosencoff, militante de izquierda que fue detenido durante la dictadura y director de cultura de la Intendencia de Montevideo, dijo al sitio de internet del diario El País que el velatorio de Benedetti seguramente se realice en el Palacio Legislativo.

Rosencoff catalogó a Benedetti como «un entrañable amigo. Un ser humano absolutamente excepcional».

Desde hacía unos años, Benedetti residía permanentemente en Uruguay ya que debido a su delicada salud no podía viajar, pero tras el regreso de la democracia al país alternó su hogar entre Montevideo y Madrid, para escapar del frío invierno que acentuaba su asma crónica.

((Reporte de Patricia Avila, Editado por Patricia Vélez)

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