Presentadora dice ser una ‘mamá moderna’


La animadora confiesa que los momentos con su pequeño son momentos inolvidables, y junto a él comparten gustos y aptitudes que se traducen en un nexo inquebrantable. Conoce más de su faceta como mamá

Escritos citan que el nexo entre una madre y un hijo es la entrega, compromiso y amor hecho carne. De eso no queda duda al conocer las opiniones de féminas que trajeron al mundo a quienes denominan su razón para sonreír. La animadora Josemith Bermúdez da fe de ello.

Hace 4 años llegó Juan Cristóbal a la vida de la animadora de “La Bomba” y partir de allí sus días cambiaron “para mejor”. El Día de la Madre para ella es una fecha para rememorar todos los momentos especiales que ha vivido junto a su pequeño hijo.

Además, la también actriz celebra los gustos que comparte con su “retoño”, entre ellas la pasión hacia los animales, en especial los caballos, las artes y el teatro. De eso, la presentadora de Televen, toma la ocasión para seguir consolidando los lazos maternales con Juan Cristóbal.

Josemith confiesa que la sensibilidad que muestra su hijo es igual a la que ella mantiene y afloró apenas siendo una niña. “Mi gusto por las artes, con los animales y el respeto para nuestros semejantes es algo que Juan Cristóbal mantiene y sigo inculcándoselo”, dice.

A pesar que la agenda de la esbelta morena se mantiene copada frente a los múltiples compromisos propios del mundo artístico, Bermúdez se denomina una mamá moderna que es capaz de hacer las labores que se le asignan como talento de Televen y las de su pequeño.

“Siempre estoy ahí, hablándole, explicándole y nunca subestimando su inteligencia, le digo las cosas tal y como son. A veces hasta me sorprendo de lo creativo, sensible y maduro que llega a ser mi hijo. Sin duda es el regalo más grande que la vida me dio”, afirma.

Por el Día de la Madre Josemith compartirá con su pequeño y asegura que será el momento idóneo para expresarle, una vez más, lo importante que es para ella.

Qué tan parecido es Juan Cristóbal a ti…

-En muchas cosas, más allá del aspecto físico. Mi hijo tiene mi carácter, es alegre. Siempre le he dado cariño y amor y en lo entusiasmo en todo lo que hace. Me dice ‘Qué bello día. ¿Verdad mamá?” y eso me encanta, que esté impregnado de eso. Además, yo empecé a montar caballos porque además quiero que el monte, me encanta la equitación y a él también le gustan los animales como a mí. Yo practico salto ecuestre, y a él le gusta, le fascina. Todos los días hace natación y monta caballos dos veces a la semana. Más que montarlo, le gusta tocarlo, llevarle su zanahoria y atenderlo, eso habla de su sensibilidad como ser humano. Desde pequeño le gustan los animales, se les acerca sin ningún miedo. Los niños a esa edad no tienen prejuicios, no tienen miedo. Otra cosa que comparto con él, y eso me encanta, es el gusto hacia las artes escénicas. Yo hice una obra de teatro infantil que se llamó “Lobo, princesas y vampiros” y quise hacerla para que a él le gustara más y se acercara a ese mundo maravilloso. Con él, yo me dije, pude terminar de descubrir esa sensación de amar al teatro.

Entonces como tú, también ama el mundo de las artes…

-Sí. A él le encanta pintar, sobre todo con el color amarillo, por eso se parece tanto a mí. Yo era igualita a su edad, pintaba todo de amarillo. Y es un niño con compasión, percibe cosas que a veces son ajenas a mí, quizás por el ritmo del día a día.

¿Crees qué es importante inculcarle el gusto por las cosas que a ti te llaman la atención para consolidar el nexo madre e hijo?

-Claro. Siempre respetando sus decisiones. Sin prejuicio alguno yo siempre lo voy a apoyar en lo que él quiera ser; si quiere ser zapatero, lo voy a apoyar a que sea el mejor, si quiere ser dibujante, arquitecto, ingeniero, también, siempre va a estar mi brazo de apoyo ahí. Pero siento que tiene mi sensibilidad, esa que yo tuve desde pequeña y que quizás mi mamá, lejana al mundo de las artes no supo canalizarlo en su momento. A mí me gusta escribir, leo muchísimo, me gustan las novelas, soy súper romántica. Él me pide que le narre los cuentos y disfrutamos muchísimos esos momentos donde la creatividad está a flor de piel. Juan Cristóbal es un niño muy sensible, descubriéndose él mismo.

Como artista el tiempo rinde poco, ¿cómo haces para complacerlo también a él?

-Yo tengo el tiempo muy acoplado a todas las cosas que tengo que hacer de él y mías como madre, esposa y artista. Pero yo lo busco al colegio, almorzamos juntos, en sus actividades estoy con él, y si tengo que ir a un diplomado, o al teatro, lo hago. Pero el tiempo de mi hijo para mí es sagrado. Creo que desde el instinto no sabes hacerlo mal al cuidarlo y criarlo. Es grato también los momentos en que nos sentamos a hablar de temas muchos más difíciles de comprender para él, como la situación del país, etc. No subestimo jamás su inteligencia.

¿Cómo es el día a día de Josemith junto a Juan Cristóbal?

-Ciertamente duros y él los tiene igual que yo, debido a tantas cosas que hacemos. Me levanto a las 5 de la mañana, lo levanto a él a las 6; lo baño, lo cepillo, le preparo el tetero y me voy arreglando. Le pongo el uniforme, salimos de casa, lo dejo en el colegio y le explico todo lo que haremos en el día. Me vengo al programa y al salir lo busco de nuevo en su plantel, luego almorzamos y en la tarde realizamos las actividades pautadas para los dos. Él va al tenis y a natación, además de sus jornadas con los caballos. A veces lo dejo con su papi o su abuelo cuando tengo compromisos con el teatro o el canal.

Qué tipo de madre te consideras…

-Me considero una mamá muy moderna y organizada. Hago mis cosas y hago las de mi hijo casi al mismo ritmo. Porque por más difícil que sea a veces, no me gusta dejárselo a nadie, sino compartir el mayor tiempo con él. Me he dedicado a que conozca la naturaleza, la realidad, la sensibilidad y todas las cosas que sean positivas para su desarrollo integral.

La figura materna para ti es…

-La figura materna es esencial en los seres humanos. Yo pienso que las mujeres tenemos que seguir descubriendo que somos tan importantes en el mundo, en la sociedad, donde tiene que elegir el padre de tus hijos, en el colegio donde va a estudiar, el círculo de amistades, y saber también quién es él, porque creo que hay niños que son más de ciencias y otros más de artes, eso lo tienes que ir descubriendo. Las mujeres debemos comprender que no solamente tenemos el rol de educar a nuestros hijos, sino de reeducar al hombre que tengamos como compañero de vida, claro, de la mejor manera. Las madres somos uno de los pilares más fundamentales en la sociedad.