Así lo aseguró la actriz María Conchita Alonso, al referirse a lo publicado en esta columna sobre el supuesto boicot que ella habría realizado

contra una obra que monta Mimí Lazo en Miami, aunque mucha gente asegura que sí la vio…Ella dice: «Yo no estaba allì»

A raíz de lo publicado en esta columna, sobre el supuesto boicot que trató de realizar la cantante y actriz cubano-venezolana María Conchita Alonso a la obra que presentó Mimi Lazo en Miami, ésta se comunicó con éste redactor vía Twitter y aseguró no haber estado allí, aunque mucha gente apostada a las afueras del teatro, aseguran lo contrario…

Lo cierto es que la intérprete de éxitos como; Acaríciame, La loca y Noche de copas, no fue la única que salió al paso y hasta me preguntó si había sido Mimí quien me dio la información, catalogándola de “mártir”. También la primera actriz Marisela Berti -por una “versión libre” que hizo un portal de noticias, llamado “El Propio” sobre mi nota-, me escribió de forma directa a mi muro en Facebook, preocupada y molesta, ya que en ese medio se decía que había estado en el grupo de manifestantes y no en el del grupo de artistas que fue a apoyar y aplaudir el trabajo de Mimí Lazo en la obra “A mi gordo no me lo quita nadie” y en donde también nombré a Jonathan Blum, el gerente general de Venevisión.

Resulta inverosímil que una personalidad de esa magnitud esté en una manifestación, pero cuando se le quiere dar otro matiz a la noticia, existen algunos que le dan la lectura que les conviene para escandalizar, hecho que no critico, pero no apoyo, ni es, ni será nunca mi línea de trabajo.

¿A dónde nos está llevando la política?

Aclarado el punto con la admirada actriz, leí también las opiniones de la cantante Mirtha Pérez, en lo publicado por Marisela Berti y es cuando me puse a analizar más detenidamente, a qué nos ha llevado la política y esta división absurda, en la que no importa tu trayectoria, ni lo que hayas hecho por el gremio artístico y menos una amistad… si piensas distinto a mí, dejas de ser ético y te conviertes en mediocre o “disociado”. Pasas de ser amigo a enemigo y la admiración que antes profesaban, se olvida fácilmente y se convierte de forma frenética en repudio.

Eso se ha podido observar en casos específicos como el de Mimí y María Conchita, o el del cantautor y actor Roque Valero con el poeta Leonardo Padrón, por solo nombrar algunos.

Cuando entendamos todos, que una tendencia política, condición sexual, religión o clase social, no determina la calidad de nadie y que ésta la determinan sus acciones, seremos un mejor país y saldremos de esta situación donde solo ganan los políticos y sus intereses. Ellos saben muy bien -porque la historia así lo ha demostrado-, que en la unión está la fuerza y a ellos, no les conviene que estemos unidos…

Lo que no ves tú y veo yo, no puede ser un motivo para odiarnos, separarnos, ni mucho menos llenarnos de calificativos entupidos, que sacan a relucir nuestras miserias humanas y ocultan nuestra verdadera esencia.

Yo admiro a María Conchita y a Mirtha Pérez, sin importarme si son de una tendencia u otra… No voy a dejar de hacerlo, porque sus carreras las he seguido y me parecen dos extraordinarias artistas. Igual en el caso de Marisela Berti, Mimí Lazo, Luis Fernández, Leonardo Padrón, Amanda Gutiérrez y un larguísimo etcétera.

En esta columna y en mis trabajos tanto en el diario La Voz, La Regiòn y en el portal Rumberos.net le he dado y seguiré dando cabida a todo el grandioso talento que tenemos, sin importarme si piensan distinto a mi. Sumemos y no restemos. El arte y la farándula es multicolor y así debe seguir siendo. Si todos nos uniésemos en exigir nuestros derechos, sin egoísmos e intereses personales, los políticos-esos que son servidores públicos y están en la obligación de servirnos-actuarían presionados por la coyuntura creada de manera oportuna e inmediata y no viviríamos esta situación, que no es virtual y que nos afecta a todos.

Yo lo vivo a diario, pero no por eso voy a culpar a Mimí de que yo no tenga azúcar y no consiga un medicamento y ella puede que sí… La culpa no es del pueblo, ni de sus artistas. La responsabilidad es del gobierno y de los políticos. Ocúpense y preocúpense de exigirles a ellos, sean de la tendencia que sean, y volvamos a ser lo que éramos antes de esta “conveniente” división que tenemos y que nos está haciendo tanto daño. La política salpica de estiércol todo a su paso y llegó a la farándula.

¡Muerde aquí!