Con mucho cariño el equipo de Rumberos.net me ha propuesto publicar una columna semanal. Así que es para mí un placer y un honor regalarles cada 7 días, algo que me encanta hacer: ESCRIBIR.

DIARIO ABIERTO he titulado a las líneas que nos acompañaran semana, tras semana y donde lo mejor de todo, es que, serán ustedes, mis lectores, los que decidirán qué leer (eso sí, les prometo algo interesante, de una manera fácil, transparente y…siempre desde mi punto de vista).

Causalmente he titulado esta primera entrega en “Bienvenidos a ‘La Despedida’” porque quiero darles a todos la grata noticia que este DIARIO abre sus páginas desde hoy a todo aquel que decida leerlo. Hoy el tema es “La Despedida”, algo muy personal que sólo tengo grabado en mi memoria y que quiero compartirlo… No sé si es por Cábala o causalidad de la vida, ayer se cumplió un año de lo que a continuación les narro.

A principios de 2008 conocí a un músico que tocaba las Congas -de una manera mágica e increíble- para la orquesta del cantante y manager: Manuel Guerra. A primera vista hubo una conexión y un feeling especial que fue creciendo cada día junto a la admiración; todo se fue compaginando al ritmo del tambor. Su nombre: Richie Mendoza.

Para que tengan una idea de quien les hablo –sin pretensiones algunas-, a los 8años de edad se convirtió en el niño más pequeño en obtener la cinta negra en Wusu, un estilo de Arte Marcial. A los 12, viaja a China obteniendo el  7mo lugar en el mundo dentro de su categoría en Wusu y primer venezolano en la historia de ese deporte en traer tal premio al país. Dejando atrás un poco el deporte, logra graduarse con las mejores calificaciones como Licenciado en Relaciones Institucionales en la UCAB, siendo su Tesis publicada como referencia dentro de la carrera. Al tiempo viaja a Nueva York, tras su meta: la música. Ahí aprendió de grandes personalidades del Jazz, la Salsa y los ritmos Latinos. Tito Puente, Mark Quiñonez y Jhon Benítez fueron parte de su escuela, pues compartió tarima con ellos y muchos más. Luego regresa a su país con el sueño de hacer su propio disco y lanzarlo conjuntamente con un libro que estaba escribiendo, ambos tenían  las mismas historias, uno plasmado literal y otro musical. Todo esto, es un escueto resumen de la hoja de vida de quien fuera un “genio anónimo”.

A su lado conviví un año y medio de una intensa, sólida y nutrida relación donde “aprender” fue el verbo que predominó en todo momento.  Todo era tan perfecto que me imaginaba toda una vida a su lado creciendo, amando, pero sobretodo viviendo.

El 17 de junio de 2009, cerca de las 3:00am vieron su carro parado en la reja de su edificio, se disponía a entrar al estacionamiento, cuando de otro carro se bajó un hombre, dirigiéndose a la puerta del piloto y accionando un arma que le quitó la vida al protagonista de esta historia. “Richie Mendoza ha muerto”, eran parte de las publicaciones, mensajes y titulares de los noticieros que daban la noticia de su asesinato. Apareció como él soñaba, en todos los periódicos y canales de televisión, pero no en la sección de música ni arte, sino en la manchada lista roja de sucesos.

Ya hizo un año de su inesperada, repentina, violenta y todos los adjetivos q con rabia podemos darle a su despedida. Aún lo lloramos, lo recordamos, aún sentimos su presencia de cerquita… sin duda es nuestro Ángel Guardián.

Bueno amigos, es así como termina esta primera de muchas páginas del DIARIO ABIERTO, el cual van a poder leer todos los viernes por esta misma vía.

Sus comentarios, sugerencias de temas o cualquier cosa quieran hacerme saber ¡humildemente las recibiré!
Éxito y triunfo, no hay otra posibilidad (Richie Mendoza)

 


Adriana Rodríguez B.
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