Con la revolución cinematográfica que vivimos actualmente, quizás este sea el momento oportuno para hablar sobre esas películas no comerciales que están envueltas en el cliché de

“complicadas, de no ser para todo tipo de público, de snobistas” y pare usted de contar. Estas películas de autor, que simplemente son hechas desde otra perspectiva y con las uñas de muchos cineastas, son a ciencia cierta un respiro de las típicas historias o remakes a los que la industria hollywoodense nos tiene malacostumbrados.

En Venezuela afortunadamente tenemos una ventana abierta para disfrutar de grandes cintas extranjeras las cuales, como muchos saben, son rotadas a lo largo de todo el año con Festivales de Cine que traen lo mejor de cada país como Francia, México, Italia, Noruega, Estados Unidos, Europa, Latinoamérica y hasta los mejores filmes de directores Judíos o que tocan esta temática, entre muchísimos otros que no pararíamos de nombrar.

Cintas desde Amelie (Francia), La cinta blanca (Alemania), El estudiante (México), La ola (Alemania), El secreto de sus ojos (Argentina), Bienvenidos a Woodstock (Estados Unidos), Crimen de autor (Francia), Un lugar donde quedarse (Estados Unidos), La vida sin Grace (Estados Unidos), Me enamoré en París (Francia), Los Edukadores (Austria) Se renta esposa (Francia), Los ojos de Julia (España), Paris, te amo (Francia), Italiano para principiantes (Dinamarca), La escafandra y la mariposa (Francia) son una breve lista de las películas que se han robado el protagonismo en la gran pantalla venezolana.

El amor, la muerte, madurar, entender la vida, superar retos, reírse de uno mismo, las rupturas, entre otras cosas, son parte de los argumentos que nos presentan estos directores. Tocar la fibra más sensible de cada uno de nosotros, hacernos morir de la risa o quizás dejarnos en silencio en el breve recorrido de la sala de cine hasta nuestro carro, haciéndonos reflexionar sobre: ¿Qué estamos haciendo con nuestras vidas? Sea parte de la macabra idea de los guionistas y directores que hacen estas películas con la intención de dejar algo más que simple entretenimiento.


Venezuela ya ha tenido suficiente cine independiente y se acerca, cada vez más, ha realizar cine comercial. Ese cine que poco a poco, aunque por pocos días y en salas pequeñas, está llegando a otros países. Sin embargo, jamás nos cansaremos de esas cintas perfectamente estéticas y con un lenguaje propio que algunos directores en nuestro país defienden a capa y espada ¡Bravo por ellos!

No se puede concluir sin dejar abierta esa invitación a todos aquellos amantes de las comedias simples y la acción desenfrenada a que se aventuren a disfrutar de las películas que se realizan más allá de la esfera de Hollywood, que si bien es cierto son muy entretenidas, cada vez se siguen estancando en los mismos temas o en remakes infinitos. No hay que ser graduado en Harvard para ver cine independiente, no es cine de élite, sin embargo, en comprensible que será cuestión de tiempo para que cada uno se vaya sumando a estas nuevas experiencias que nos traen los Festivales a lo largo del año. Este Claquetazo de hoy te invita a ver alguna de estas películas que nombramos al inicio.

Johamy Molina Ojeda.

Por: Lic. Johamy M. Ojeda
Diario 2001 – RCR – Utopía-Art – UCSAR
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