La noche del domingo 1ero de Mayo, ni la constante lluvia, ni el mal olor que suele haber en la zona de
eventos del Sambil pudó con los fans que asistieron masivamente al concierto de la banda Calle 13 en el anfiteatro de este centro comercial ubicado en Caracas, donde esta banda puertorriqueña llenó ofreció un gran concierto lleno de mucha energía
Desde temprano en la tarde el área empezó a abarrotarse de adolescentes, adultos jóvenes y hasta señoras armadas de paraguas y binoculares. Todos juntos, desde alrededor de las 6:00 p.m., clamaban por sus ídolos de la “música de resistencia” y hasta armaban barras donde enfrentaban a los hermanos Residente (René Pérez) y Visitante (Eduardo Cabra).
A las 7:30 p.m., puntuales para cumplir con las ordenanzas de Chacao que obligaban a terminar el recital a las 9:30 p.m. a más tardar, empezaron con la transmisión del video que exhibieron en Viña del Mar, el cual termina con una cuenta regresiva que puso al público a vibrar. Los músicos, los gritos y el pelón vocalista entró con su acostumbrado atuendo Adidas y “El baile de los pobres”. Lo que sucedió en adelante se repitió durante las dos horas de recital: un auditorio entero que se sabía las letras de pe a pa, hombres y mujeres intentando rapear y haciendo su mejor esfuerzo por seguirle el ritmo al cantante, muchos brincos, bailes y coreos.
Continuaron con “No hay nadie como tú”, donde comenzó a lucirse la voz de la consentida, PG-13 (Ileana Cabra). “Vamos a portarnos mal” fue la tercera apuesta y, mientras corría, el líder hizo su acostumbrado striptease que enloqueció a las chicas. La lluvia no paraba y con una ronquera leve pero evidente, Residente saludó: “¡No vamos a hablar mucho, para que reciban buena música en vivo!”.
“Ven y critícame” puso la nota de protesta pero dio paso a la romántica “Beso de desayuno”, que terminó con un solo de trompeta -“pura poesía”-, el cual se vio interrumpido por la ocurrencia del cabecilla de colocarse una gorra de los Navegantes del Magallanes.
La rumba regresó con “Se vale to”, con la que una chica voluptuosa (como las que él suele escoger en sus presentaciones) se subió a la tarima y “perreó” tanto como pudo, aupada por el artista. Luego, con “Hormiga brava”, la menor de la familia sacó a relucir su vozarrón boricua y se mereció todos los aplausos de los asistentes.
En adelante, “La bala” puso la nota de conciencia social: “Voy a traer un tema que me gusta mucho a mí porque habla de la violencia que hay en toda América Latina, la cual sólo se combate con educación; ésa es la verdadera nueva revolución”, expresó el Residente.
A continuación Visitante tomó el protagonismo, luciéndose con unos solos de theremin en “Pal norte”.
“¡Quiero tirar unos temas del primer disco en otro estilo!”, gritó René para sorprender a sus admiradores con “Suave” en versión rock pesado. Pegadita entró “Chulin Culin Chunfly” y, con brincos sin cesar de los presentes, pasó a “La cumbia de los aburridos”.
Pidiendo que lo siguieran en su trova a capella de “la noche me sirve de sábana”, el dirigente del grupo aseveró: “Esto va dedicado a todos los barrios bonitos de acá y a los Latinoamericanos”. Ése fue el intro de “La Perla”, que fue sucedida por “Todo se mueve”, “Tango del pecado” y “Atrevete-te”, con las que los boricuas se fueron a salida falsa, no sin antes señalar: “¡Pidan más o nos vamos!”.
El escándalo no los hizo demorar demasiado; las posibilidades de una neumonía colectiva tampoco así que enseguida regresaron con “Calma pueblo”, de su última producción, y el épico “Latinoamérica”, donde el ensamble completo de voces e instrumentos se lució. “¡Venezuela!, este tema se lo dedico a ustedes con todo mi corazón porque lo escribí mientras viajaba por estos países. No tengo nada en contra de la gente de Estados Unidos, estudié allá, tengo grandes amigos allá pero los del gobierno se han portado como tremendos c… nes con el sur. Tenemos que proteger siempre a este país”, fueron las palabras de Pérez.
La noche cerró, como era de esperarse, con “Fiesta de locos”, las gradas viniéndose abajo, la “olla” a reventar, papelillos volando y las personas aún pidiendo más.
Con Info de Revista dominical
Fotos: Luis Eduardo G.
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