La polifacética animadora, actriz, modelo profesional, no conforme con destacarse en esas diferentes ramas del arte, es también una apasionada empresaria, la cuál con su marca de trajes de baño, Maryury Suárez,

impulsa obras sociales en su estado natal Guarico.  En conversación con Muerde Aquí Rumberos, nos paseó por parte de su exitosa carrera profesional, de su etapa de reina de belleza y nos contó parte de sus planes a corto y mediano plazo.

Entre sus actividades más resaltantes está la labor social que realiza en su estado natal Guarico, donde proporciona trabajo a varias mujeres y les da herramientas para expandirse profesionalmente y paralelamente les brinda apoyo a niños de bajos recursos, clara de que es la mejor manera de formar a una generación vulnerable, que merece toda nuestra atención.
 
Maryury Suárez nació en Altagracia de Orituco, estado  Guárico, el 13 de noviembre de 1984, ella con su carisma y simpatía característica dice que no oculta su edad, porque cada año vivido representa logros, aprendizajes y evolución. “Quitarme años sería quitarme vida y negar experiencias”

Desde niña tuvo inquietud por los concursos de belleza y a los 11 años, por primera vez, logró participar en un evento de esa índole, representando su primer triunfo.

Nacida para brillar…

“Fui la reina del Colegio Doctor Benito Gutiérrez y desde ese momento vinieron otras coronas y comenzó también mis participaciones en actos culturales como actriz y presentadora”
Estudió hasta el 4to año de odontología, pero el medio artistico seguía siendo su pasión y verdadera vocación.  
En el 2006, participa en concurso de belleza regional del estado Anzoátegui, resultando ganadora y obteniendo así su pase directo como candidata al magno evento de la belleza, “Miss Venezuela”, trampolín que la impulsó profesionalmente y le dio la oportunidad de conducir importantes programas y eventos especiales como la Feria Internacional del Turismo (Fitcar). Paralelamente a ello no abandonó su carrera como modelo profesional, destacándose en importantes desfiles, editoriales de moda y  se convirtió en imagen exclusiva de Calzados Lucchi.

¿Qué recuerdas de tu época de miss?

“Todos los eventos sociales y compromisos los cuales en ocasiones no te dejaban tiempo para ser tú –risas-, recuerdo que yo odiaba andar en tacones y maquillada las 24 horas, pero eso es imprescindible, o lo era en mi época, ya que los cánones de la belleza han cambiado, pero recuerdo que siempre hacían énfasis en que las misses éramos belleza, fantasía, glamour y todo eso venía acompañado de largos tacones, maquillaje y mucha laca-risas-, pero los concursos me enseñaron disciplina, me dieron aprendizajes y herramientas y hasta me acostumbré tanto a los tacones que ahora los amo”-carcajadas-

¿Qué aprendizajes, experiencias y vivencias atesoras de esa época?

 Aprendí a enfrentar mis propios miedos, me hizo valorarme y quererme más y no bajar la mirada ante nadie. Una vivencia que atesoro de esa época es que el gran Joaquín Rivera aparte de haber sido un amor conmigo,  el día  de la noche final, antes de el último ensayo, nos tocó la hora de almuerzo y obvio las misses teníamos nuestra comida sana y él estaba con Osmel Sousa y El Pollo Simonato, muy cerca de nosotras degustando un pabellón criollo. Yo siempre he sido muy elocuente y a veces no controlo los impulsos, y dije:  “Por hoy nosotras deberíamos comer lo mismo y él escuchó mi comentario y me llamó, yo me quería como morir, -risas.-, y me dijo: Anzoátegui hazme el favor de convertirte en la embajadora de tus compañeras y particípales que yo les voy a brindar a cada una de ellas su pabellón criollo, para que así tengan muchas ganas y energías y diles que te den las gracias, porque por tu comentario y por ser la única que se atrevió a romper el protocolo y decir lo que pensaba. Se paró y me abrazó y allí yo entendí que debía siempre decir lo que siento y no quedarme callada”    

¿Cómo llega la animación y la actuación a tu vida profesional?

“Esa elocuencia que te digo que tengo y el no temerle a los retos me ha abierto muchas puertas. Un día me llamaron para animar el Miss Teen Anzoátegui y lo hice, me atreví y entre ensayo y error me fui perfeccionando, siempre respetando lo que hacia y dándole el valor que merece toda oportunidad. Igualmente de esa forma se me presentó mi participación como actriz en la exitosa serie de RCTV, Tukiti, crecí de una y desde allí me ocupé y preocupé en estudiar y prepararme”

¿Entre la actuación y la animación cuál te apasiona más?

Sin duda alguna  la animación, amo el contacto directo con el público, esa adrenalina que se apodera de ti antes de salir y hace que todo fluya, porque mientras ames y respetes lo que haces, lo demás sale de forma natural y espontánea”

Una artista con sensibilidad social…

Actualmente le está dando carácter legal a una actividad que venía realizando en el estado Guárico como es el apoyo a niños y adolescentes de bajos recurso de Altagracia de Orituco a través de la “Fundación Maryory Suárez”, allí no sólo brinda apoyo psicológico, social y formativo,   si no que también se les imparte actividades recreativas, todo con el objetivo de formar ciudadanos íntegros. Igualmente con su marca de trajes de baño brinda apoyo laboral a mujeres de todas las edades, para así  insertarlas a la población proactiva y productiva de la sociedad.
“Es una labor que hago desde el corazón y con la firme convicción de que es la mejor manera de aportar a mi país y ayudar a quiénes más lo necesitan. Es una labor que deja grandes satisfacciones personales, te llena y te hace mejor ser humano”

¿Qué te falta por hacer?

“Muchas cosas, siempre hay y habrá algo que hacer por ti, por los demás, por la naturaleza, por el país y por el mundo. El legado que dejes en vida nunca morirá y eso debe ser la premisa de cada ser humano, dejar un legado y ejemplo al mundo”

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Instagram @Maryurysuarez