A Janet Jackson se le agotó la paciencia y se ha separado de su marido, el multimillonario catarí, Wissam al Mana, esto sucede después de tres meses de haber dado a luz a su primer hijo.


Según el portal El País personas próximas a la familia aseguran que la ruptura se debe a que Al Mana se había vuelto «demasiado controlador», hasta el punto de «dictarle» qué vestuario tenía que lucir en los conciertos y que ojala en su mayoría fueran bien recatados.

 Algo que por supuesto no le cayó nada bien a la hermana de Michael Jackson y quien siempre ha manejada su vida de una forma muy independiente.

 Hace unas semanas Page Six había asegurado en sus publicaciones que amor de la cantante la habría llevado a dedicarse muy juiciosa su papel de madre y esposa.

Jackson habría llegado  a vestir con rigor islámico durante su embarazo y también algunos meses después.

La estaba volviendo loca y la estaba separando de sus fans», asegura una de las fuentes del citado portal.