Califica en el tema sexual a gente como Kiko Rivera, Joan Laporta, Pipi Estrada, el actor Adrián Rodríguez y hasta a un jugador del Barcelona


Saltó a la fama hace casi una década, a raíz de su matrimonio con el hacedor de estrellas porno Ramiro Lapiedra, pero ha terminado superando los registros de Celia Blanco y Lucía Lapiedra, convirtiéndose en un personaje mediático. Por eso, y pese a que, después de su maternidad, dijo que no volvería a desnudarse, vuelve a quitarse la ropa para ser la portada de febrero de Primera Línea.

Esta catalana, licenciada en Filología, ha pasado por la cama de Torito y ha contado todo lo que nunca explicó sobre algunos de sus amantes, de los que precisa que “me he acostado con más famosos que con gente anónima”.

La colaboradora de Cazamariposas, que reconoce que canta “fatal” y que su breve carrera musical la hizo porque “tenía un amigo que era productor musical y me aburría en casa”, recuerda que protagonizó una escena porno de apenas veinte minutos con Dinio y Rafa García pero que “no llegué al orgasmo, lo fingí”.

Respecto a su trayectoria en los medios de comunicación desvela que el día que enseñó los pechos en Sálvame, cuando Kiko Hernández le rompió el vestido, “estaba todo pactadísimo”. Ese no fue el único pacto que hizo, ya que indica que también acordó con Kiko Rivera un romance, por el que se repartieron 13.000 euros, pero que acabó realmente acostándose con él en “una relación muy rara”.

Aquella vez le sirvió para calificar a Kiko Rivera de “fatal en el tema sexual, porque no se quería mover», aunque también hace balance de otras experiencias con famosos, como con el expresidente del Barcelona Joan Laporta (“sexualmente muy bien”), de Gustavo González, colaborador de Sálvame, que era “muy fogoso y pasional”, y de Pipi Estrada, que «iba un poco a saco, tuve que pararle los pies”.


Menos satisfecha aún se muestra con actores como Daniel Muriel (“no lo hacía muy bien”) y Adrián Rodríguez (“no fue nada del otro mundo”) o de un futbolista del Barça, del que no revela su nombre, pero sí sus dudosas prestaciones sexuales: “Pensaba que follaría mejor, pero no hubo nada de chispa entre nosotros”.


La presentadora de televisión, quien reconoce que su personaje de chica tonta no se parece en nada a la persona que es en realidad, asegura que «en la cama me gusta ir con tiempo (…), eso de hacerlo ‘aquí te pillo aquí te mato’, en cinco minutos, es algo que odio”.

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