¿Socialismo del siglo XXI?: El presidente del canal »socialista» TVES, Winston Vallenilla, despidió a su hija Dulce Vallenilla de esa televisora que en la actualidad está en manos del chavismo…

Las razones del despido son tan inauditas y “humanistas”, que se cuentan y no se creen: La actriz y animadora fue botada por tener una relación sentimental con un opositor al oficialismo…El hecho evidencia que para trabajar allí se tiene que ser “chavista” y que aquello del “humanismo” es pura paja y una vil mentira más de este canal que nació sobre las cenizas y con los equipos de RCTV

Tanto que hablan de RCTV y de las razones que hubo para sacar del aire la señal del canal pionero de Venezuela y en Tves se manejan criterios tan faltos de ética y fuera de todo contexto, que lo que producen es impotencia y estupor por el descarado doble discurso que profesan, siendo una vil mentira aquello de que este sería un canal “para todos los artistas” de Venezuela, “sin ningún distingo, ni tilde político”… ¡pura paja!

Y es que a la actriz y presentadora de televisión, Dulce Vallenilla, hija del presidente de esa planta, la botaron por tener una relación sentimental con el actor Daniel Terán, a quien también habían sacado de esa televisora por no estar “rodilla en tierra”.

El protagonista de la telenovela que actualmente la planta retransmite en horario nocturno,  “Vivir para amar”, fue despedido y posteriormente hicieron lo mismo con su prometida, Dulce Vallenilla, quien participó en el mismo dramático y luego fue utilizada como presentadora o ancla, de varios programas que transmite la “socialista”  y “pluralista” televisora.

Es inaudito que ocurran este tipo de acciones cuando el presidente de esa planta tiene y pregona como slogan la palabra “familia”, y ahora arremete contra su propia hija, solo por tener una relación amorosa con alguien que no simpatiza con este régimen, y digo régimen, porque es evidente que demócrata no es, y mucho menos “socialista” y “pluralista”.

Tves debería cambiar de nombre y llamarse “Harén”  

En ese canal sucede de todo y quienes trabajan allí lo saben, pero se quedan callados, unos por “jalabolas” y otros por no perder su empleo. Pero hay una élite de ese canal que se comporta como si no estuviera en un trabajo decente sino en un lupanar, donde las amantes de los “chivos” son las que mandan, y las esposas de éstos, si lo saben, se hacen las gafas y prefieren llevar los cachos encima pero seguir siendo las “señoras”… pero lo más descarados son los que tienen un discurso frente a las cámaras de “moral”, “dignidad” y “familia”, cuando en realidad son sujetos que exhiben sin tapujos sus antivalores… pero ese es otro tema que próximamente desarrollaré con nombres y apellidos…

Pero mientras tanto, les doy la idea y de gratis, para que le cambien el nombre a ese antro y le pongan “Harén”… ¡Les quedaría perfecto y va en concordancia con lo que allí sucede!

Ellos apuestan a su relación

Mientras tanto, Dulce Vallenilla y Daniel Terán siguen su relación sentimental, a pesar de la negativa del progenitor de la joven actriz y animadora, que le criticó el hecho de estar unida sentimentalmente a un hombre que no pregona, ni está con el “proceso revolucionario”.

«Muerde Aquí Rumberos» supo que ambos están buscando nuevos retos profesionales y ya ella tiene una oferta para realizar una película. Ojala los tentáculos del poder que manejan las altas esferas de este régimen no le sigan negando el derecho que tanto ella, como su novio tienen de seguir desarrollándose profesionalmente.

Otros despidos injustificados nos han llegado y los  hemos escrito en esta misma columna. Hasta a una mujer embarazada fue botada. A otra familiar también la sacaron, su nombre, María Ofelia Vallenilla… ¿y las leyes? ¡Bien, gracias! Ellos se pasan por el forro la inamovilidad laboral que el mismo presidente de la República Bolivariana de Venezuela, el señor Nicolás Maduro Moros, decretó para “proteger” a los empleados y al pueblo… ¿dé que pueblo hablan? ¿o es qué los empleados de ese “harén” no son pueblo?

Ya basta de tanta mentira, de tanto engaño y de abuso de poder. No es una cuestión política, porque aquí la política no existe, existe es un deprave y pérdida de valores, una división de “buenos y malos”, y como lo he dicho en reiteradas oportunidades, el estiércol salpicó también la farándula y aquí hablan y pregonan, pero actúan de igual o peor forma, amparados por un poder, por una “revolución” que nos ha llevado a este deslave moral.

Sin duda que habrá más de uno que me critique el hecho de denunciar este tipo de atropellos, porque para ellos “ser hombre” es tener amantes y abusar de las leyes, irrespetarlas y luego hablar de “socialismo” y “oportunidades” para todos… ¡pura paja!