Ganar un título de bateo en las Grandes Ligas podría ser uno de los anhelos más grandes cualquier jugador, pero repetir la hazaña es una clara demostración de talento.


Eso es lo que reafirmó José Altuve cuando en la última fecha de la temporada todos los números lo dan como el campeón bate de la Liga Americana.

Un logro que se gestó desde principios de año y que le permite al camarero de Astros de Houston mantenerse en la lucha por el Jugador Mas Valioso del circuito joven; a pesar de que su equipo ya no tenga opciones de avanzar a la postemporada.

Después de la jornada de este sábado, Altuve sumaba .338 de promedio y seguía en la cima de la tabla de bateadores más ofensivos de la Americana a falta de un compromiso por disputar. El triple dígito parece no ser algo posible de alcanzar por Dustin Pedroia, quien le secunda en el grupo con .320 AVG, junto a Mookei Betts, quien también tiene .320.

Las matemáticas dan al criollo como ganador puesto que se agotan las fechas en el calendario y para aumentar la cifra hace falta que el segunda base de Medias Rojas de Boston sume alrededor de 10 turnos perfectos en sus dos compromisos restantes, y habría que revisar si le alcanza.

Ahora el maracayero es el monarca de dicha estadística, apuntándose su segundo título de bateo en tres años, lo que le da a Venezuela por séptima vez un líder bate en las mayores de manera consecutiva.

La seguidilla se inició en 2010 con Carlos González (Liga Nacional, .336), el resto de los trofeos se han quedado en la Americana por cortesía de Miguel Cabrera .344 (2011), .330 (2012), .348 (2013), José Altuve .341 (2014) y Cabrera repitió nuevamente con .338 en 2015.

Esta cosecha de galardones que inició con la siembra hecha por los también nativos Andrés Galarraga (.370 en 1993), quien abrió el sendero de la explosión ofensiva en años duros, y Magglio Ordoñez (.363 en 2007) con su repunte en tiempos modernos, es el vivo ejemplo de que los latinos llegaron para quedarse al beisbol de las Grandes Ligas. Pues en los últimas zafras el protagonismo ya no recae exclusivamente sobre los estadounidenses.

Pero la conquista de Altuve merece un capítulo aparte en su carrera como bigleaguer. Derribar mitos y prejuicios sobre sus capacidades ofensivas medidas a través de su estatura han sido una muestra más de su madurez en el plato; que lo tienen hoy por hoy como el único jugador de Astros que ha ganado el campeonato de bateo y en dos ocasiones.

El dueño del segundo cojín en la escuadra sideral superó por primera vez las 100 anotadas (107), los 20 vuelacercas (24), dio su máxima cifra de triples (5), empujadas (96), sumado a los mejores OBP (.396), slugging (.534) y OPS (.930) de toda su carrera. Con solo 26 años.

Una lista larga de datos con los que se puede afirmar que ha sido hasta ahora su mejor campaña; a pesar de que quitó el pie del acelerador en septiembre cuando presentó problemas en los oblicuos, los cuales, por un momento, parecían sacarlo de circulación ante el empuje de sus rivales.