En Venezuela su auge comienza en 1985


Gracias a los avances en cuanto a tratamientos terapéuticos, la fertilidad asistida se ha hecho, en gran medida, una alternativa más amigable y segura

Caracas, julio 2016.- Ser padres es una de las metas más deseadas para quienes han decidido comenzar una familia, pero factores como la edad influyen en la realización de este sueño en quienes han intentado por vía natural traer un bebé al mundo. Sin embargo, desde hace un poco más de cuatro décadas a través de la fertilidad asistida, se ha ayudado a estas personas a concebir un hijo.

El doctor Luis Alfredo Sánchez, especialista en ginecología, obstetricia y endocrinología de la reproducción, definió la fertilidad asistida como el uso de técnicas médicas que permiten la aproximación y/o unión artificial de los gametos masculinos y femeninos. “Entran en estas técnicas: la inseminación intrauterina, la fertilización in vitro y la inyección intacitoplasmática de espermatozoides”.
Antes de comenzar con un tratamiento, el doctor Sánchez recomendó que si la mujer es menor a 30 años, lo ideal es que intente quedar embarazada por un año antes de visitar al especialista. En caso de tener más de 30 años, debe ir a consulta luego de 6 meses de intentos.

Progesterona y fertilidad

En la función reproductiva de la mujer, la progesterona es una hormona con un rol primario porque prepara al endometrio para que cuando ocurra la implantación del embrión (ya sea por fertilización in vitro o de forma natural), esté en capacidad de recibirlo.

Por otra parte, el especialista destacó que “adicionalmente, proporciona un estado de tranquilidad del músculo uterino, una vez que ocurre el embarazo, disminuyendo la tendencia a la contracción que éste tiene, facilitando así el progreso del embarazo”.

En cuanto a la reproducción asistida, Sánchez recalcó que la progesterona funciona pegándose a las células del endometrio y transformándolas en un tejido que desarrolla receptores moleculares para que el embrión se adhiera y se logre el embarazo. “Además la progesterona a través de esos mismos receptores moleculares sobre el útero, produce un estado de aquiescencia que favorece el normal desarrollo del embarazo hasta el término” , agregó.

Dicha hormona, viene en tres modos de administración: vía oral, vía vaginal y vía intramuscular. Mientras que la vía intramuscular es muy dolora, la vía vaginal es la que menos efectos colaterales tiene y la vía oral puede presentar con frecuencia náuseas y mareos.

Gracias a todos estos avances, en cuanto a tratamientos terapéuticos, la fertilidad asistida se ha hecho una alternativa mucho más amigable y con más probabilidades de repetición. Esto trae como consecuencia que un mayor número de parejas en el mundo puedan alcanzar el sueño de ser padres.

Mitos y realidades

Según el doctor Sánchez, alrededor de este tema existen algunos mitos que valen la pena desmentir. Durante mucho tiempo se ha creído que los embarazos producto de fertilización asistida son de alto riesgo, “eso no siempre es así, eso depende de la condición de salud de la mama más que del medio por el que se logra el embarazo”.  

Por otro lado, Sánchez mencionó que existe la creencia acerca de que los tratamientos de reproducción asistida pueden incrementar el riesgo de cáncer, para lo cual no existe ninguna evidencia científica en ese sentido, al contrario una vez logrado el embarazo, disminuye substancialmente el riesgo de cáncer de mama, de endometrio y de ovario, entre otros.

Por último, hay otro mito que es el creer que los embarazos logrados con reproducción asistida tienen mayor riesgo de que los bebés vengan con malformaciones congénitas, ante este planteamiento Sánchez explicó que este riesgo es el mismo al de la población general, por lo cual tampoco es verdad.