La cantautora española pasó por Argentina para promocionar su último trabajo «Caos».


El frío y la humedad de Buenos Aires la tienen destemplada. María Lucía Sánchez Benítez, conocida como Malú , está de gira promocional por la Argentina para presentar su último trabajo «Caos». La exitosa cantautora española recibe a Terra en las oficinas de Sony Music. Sencilla, vestida con un jean «gastado» y «cero» maquillaje, la sobrina del legendario Paco de Lucía se entrega a la entrevista con la misma pasión que muestra en los escenarios.

 «Caos es el disco que más me costó encaminar. El proceso creativo fue más largo de lo normal. Entré en un estado de confusión grande. Pero estoy muy feliz con el resultado» , dispara Malú, quien viene de realizar una importante gira por España con estadios «sold out».

¿Será que estás más obsesiva, más puntillosa y por eso fue más complejo?

Quizá, quizá tiene algo que ver. Una quiere dar cada vez más y buscás «ese» sonido. Por eso incluimos un sonido más electrónico. Para mi carrera es muy novedoso. Siempre te exiges más en cada disco. Y este fue brutal. Pero fue un caos positivo. De repente te toca la varita y cambia todo.  Es necesario tener un estado de confusión para llegar a lo que quieres. Y sentirte satisfecho.

¿Qué te decidió ahora abrir nuevos mercados como México o Sudamérica?

Siempre quise venir, compartir mi música. Esas ganas siempre estuvieron. Pero no es fácil, son muchos los factores que influyen. Ahora tengo una discográfica que tiene las mismas ganas y que pone los medios para poder hacerlo y llegar a estos países.

Entonces la gira se ampliará por estos pagos…

Ojalá se vengan las giras. Es un sueño venir en vivo. Es donde mejor me expreso, donde recibís la calidez de la gente. ¡Amo el directo! Lo que más me gusta en el mundo es subir a un escenario. Ahí me siento bien, se expresarme.

En tus conciertos el público es muy heterogéneo, con fans de todas las edades. ¿Es algo buscado?

Nunca fue premeditado. Es algo que me sorprende. Siempre es bonito que haya familias enteras que me vengan a ver. El llegarles a todos es increíble. Nunca sabés a quien le vas a llegar, es imposible. Ahí está el encanto.

¿Se te hizo más difícil trascender por ser mujer?

Si, es una realidad. Las mujeres empezamos con un menos diez de credibilidad. Y nos cuesta mucho ganarnos esa credibilidad, ese respeto. Creo que algo está cambiando un poco.  Me parece que entre las cantantes nos estamos apoyando más. Y eso es importante, porque muchas veces somos nosotras las que nos «tiramos por tierra». Pero falta mucho camino. No sólo en la música. Que se nos reconozca sin tantas trabas.

Vos llenás estadios en España, pero la realidad de la música se encuentra muy difícil…

Sin duda. La música está muy difícil en España. El Estado no ayuda en nada desde hace tiempo. Hay mucha variedad, muchos conciertos. Y la gente está ávida, sigue teniendo ganas de vivir ese show. Y nosotros damos todo. El objetivo es crear un momento de ensueño y que el público se aisle un rato de sus problemas cotidianos.

Con más de dos millones de copias vendidas de todos sus álbumes, Malú ha cimentado una de las carreras musicales más sólidas del panorama español.  Y como en sus anteriores discos, la armonía y el entendimiento presidieron el trabajo, para alumbrar un álbum que abarca un amplio abanico de estilos, fiel a su trayectoria más reciente, en la que ha cosechado sus mayores éxitos

¿Alguna canción te sorprendió por su crecimiento y su aceptación en el público?

Recuerdo con «Blanco y negro» que fue creciendo y se convirtió en una canción muy linda, con un bonito mensaje. Y superó a otros singles que nosotros pensábamos que iban a estar arriba en las preferencias del público. Fue un boom. ¡Guau, no lo esperábamos!

¿Qué música escuchás en tu casa, por ejemplo?

Me encanta la música. No puedo elegir algo en especial. Sigo escuchando de todo. Hay días a full con el heavy metal, otros con el folklore, otros con pop o rock, o flamenco. Amo la música. Lo bonito es que hay una varierad infinita. Me gusta que haya siempre sonido.

¿Y cantás en la intimidad?

Depende de los estados de ánimo (risas). Soy muy flamenca, empiezo a cantar cuando siento pena, dolor. Los flamencos nos expresamos cuando sentimos dolor.

¿Y cuando se junta la familia?

Todos cantamos, bailamos, tocamos. Siempre hay una guitarra a mano. Casi todos mis primos, mis familiares, son músicos. Cuando estamos a gusto y sólo nosotros siempre cantamos. Vivimos así la música. Es nuestro lenguaje.

Tenés más de un millón y medio de seguidores en Twitter. ¿Cómo manejas el tema de las redes sociales?

Soy un desastre (risas). Es maravilloso porque no hay filtros en la comunicación con tu gente. Pero a veces se va un poco de la mano. Hay que regular un poco todo. Uno no es un robot y no podés estar todo el día conectado.

¿Cómo te llevas con la fama?

Forma parte de mi vida. Empecé a los 15 años en esto y ya estoy acostumbrada. Lo vivo como algo normal.