Ucrania se ha proclamado ganadora de la 61ª edición del Festival de Eurovisión gracias a la performance de la cantante Jamala, quien interpretó «1944», un tema con fuerte contenido político.


En efecto, la canción se refiere a las deportaciones ordenadas por Josif Stalin de los tártaros de Crimea, un grupo étnico originario de esa región sobre el Mar Negro que Rusia anexionó en el año 2014.

La edición de este año del festival estrenó un nuevo sistema de difusión del voto por el que primero se hizo público la votación de jurados de los 42 países participantes -el 50 % del total- y luego la parte correspondiente al «televoto», que se comunicó al final para ganar en emoción.

Ucrania, una de las favoritas y ahora suma dos triunfos en la historia de Eurovisión, logró un total de 534 votos, frente a los 511 de Australia, los 491 de Rusia -la número uno en las apuestas previas-; los 307 de Bulgaria y los 261 de la anfitriona Suecia.

El «top 10» lo completaron, por este orden, Francia, Armenia, Polonia, Lituania -las dos grandes sorpresas- y Bélgica.

Australia dominó con claridad las votaciones de los jurados, con 320 puntos, por delante de Ucrania (211), Francia (148), Malta (137) y Rusia (130).

El «televoto» dio la victoria a Rusia, con 361 votos por los 334 de Ucrania, una cifra insuficiente para enjugar la ventaja que había logrado la tártara ucraniana Jamala, con «1944».

Polonia, que había sido la peor calificada por los jurados con 7 votos, sorprendió siendo la tercera más apoyada por los televidentes, con 222 votos, más incluso que Australia y que Bulgaria, la quinta con más respaldo.

Fue la tercera vez que Estocolmo acogió una final del popular festival, que además del cambio en la difusión del voto, incluyó otra novedad: la inclusión en la ronda previa, aunque sin competir, de los miembros del «Big Five» (España, Alemania, Reino Unido, Italia y Francia), para tener la misma visibilidad que el resto.

EFE