Durante los últimos años ha habido un incremento considerable del uso de cigarrillos electrónicos.

Este tipo de cigarrillo es visto como una alternativa a los cigarrillos tradicionales, y en muchos casos pueden usarse como ayuda para la deshabituación tabáquica.

El cigarrillo electrónico se utiliza como sustituto del cigarrillo convencional ya que aporta al usuario solamente una cantidad de nicotina necesaria para aliviar su adicción a esta sustancia. Una de las supuestas ventajas del cigarrillo electrónico es que no genera humo ni cenizas.

 Pero, ¿Cuáles son los efectos del cigarrillo electrónico en la salud oral? Así como los tradicionales, ellos pueden tener efectos adversos en la salud bucodental. Esto se debe a que la nicotina tiene un efecto vasoconstrictor que puede influir en una cicatrización más lenta o en una mayor predisposición a desarrollar periodontitis (infección en las encías).

De hecho, la Organización Mundial de la Salud emitió un informe, en julio de 2013, en el que se recomienda que “hasta que no haya datos, certificados por un organismo regulador competente, que demuestren que los cigarrillos electrónicos son productos seguros, eficaces y de calidad aceptable, se debería advertir seriamente a los consumidores de que se abstengan de utilizarlos”.

Seguramente, aún es pronto para emitir juicios sobre la seguridad de estos productos ya que carecemos de estudios a largo plazo, pero algo que debemos tener en cuenta es que quizás los cigarrillos electrónicos puedan suponer una nueva amenaza para la salud bucal de las personas que los utilizan.