Edición espcial- Finalmente se bajó el telón de la temporada 2011 del baloncesto venezolano, una vez más, los

dos equipos más influyentes de las últimas dos décadas se hicieron presentes en la instancia final, trilogía consecutiva de finales entre ambos, Marinos de Anzoátegui y Cocodrilos de Caracas, los orientales, por su octavo título y consolidación como el equipo más ganador de la historia, los capitaleños con el deber de mantener el título ante su más acérrimo rival.

Emoción de principio a fin; Recordemos que el equipo de Anzoátegui fue dirigido por el argentino Néstor “che” García, quien asumió las riendas del equipo al final de la ronda regular, y con un obscuro panorama lleno de problemas dentro y fuera de la cancha.- Cocodrilos por su parte, dirigido por el elocuente Néstor “mamaosa” Salazar, quien este año alcanzó y pulverizó el record de ganados para un coach en nuestro baloncesto, en un ambiente inmejorable para coach alguno, con la misma base de jugadores criollos e importados.

La sorpresa se hizo presente en el primer juego de la final, el Parque Naciones Unidas de el paraíso, recibía a la fanaticada capitalina con un solo propósito, barrer en los primeros dos juegos, pero no fue así, Marinos salió como una tromba a buscar la victoria, y pasó por encima del campeón en su casa, presagio de lo que pasaría, la fanaticada incrédula observó como los tiros de larga distancia de los orientales eran tan efectivos como la defensa implantada sobre Jack Martínez, principal arma de los saurios.- Al día siguiente Cocodrilos corrigió, y se impuso para igualar la seria y marcharse a Puerto La Cruz con el mismo propósito que Marinos se llevó de la capital, por lo menos una victoria de los tres compromisos.


Ya en suelo oriental, en el ardiente gimnasio Luis Ramos, popularmente llamado “La Caldera del Diablo” por su efervescencia, el equipo Marinos de Anzoátegui se hacía presente de inmediato, contundentemente ganaba el primer juego en casa, tercero de la serie, y el segundo también, así, con la serie 3-1 a su favor, llegaba el 5to partido de la gran final, de mucha presión para ambos equipos, ya que una victoria de Marinos les daba el titulo, pero una victoria de los capitalinos garantizaba regreso a Caracas, lo que se imaginaba mortal para los orientales, totalmente cerrado con leve ventaja para cocodrilos durante los tres primeros periodos, pero el público con toda esa energía, y la entrega de los jugadores lo hicieron posible, de la mano del americano Donta Smith, y con cesta de Diego Guevara cuando restaban siete segundos, para colocarse arriba por dos puntos, le daba el titulo a Marinos de Anzoátegui, lo que desató la locura en el gimnasio y el puerto entero, no sólo por obtener el título en su casa, si no hacerlo ante Cocodrilos, el máximo rival de los últimos tiempos.

Muchas cosas que analizar, entre esas el comportamiento de los fanáticos en todos los gimnasios, aun muy lejos de los mejores escenarios mundiales, el comportamiento deprimente de un grupo mínimo de personas, empañan el espectáculo que cualquier afición pueda brindar, por el lado deportivo, se impuso la experiencia de jugadores como Oscar Torres (ex-nba venezolano), Diego Guevara, Axiers Sucre y Gregory Vargas, fueron fundamentales todos para combinarse con los importados del equipo oriental, el desgaste físico producto del agotante calendario de juegos también se hizo presente en ambos equipos, notándose en los últimos instantes de todos los juegos, el cansancio en los jugadores.- Por el lado saurio, los capitalinos deberán estudiar a fondo la importación del año entrante, ya que si bien es cierto que Carl Eliott hizo el trabajo y Jack Martínez fue el 2do en la votación del mas valioso del año, no se puede ocultar que Leandro Garciamorales no fue ni la sombra de sus participaciones anteriores con cocodrilos, lo que pudiese significar cambio de nombres en los jugadores foráneos, destacando que el dominicano Jack Martínez no está confirmado, y tampoco el americano Eliott, por lo tanto, la gerencia deberá buscar una renovación sin quebrar el núcleo de este equipo, que ya ha conseguido cinco finales consecutivas, y dos títulos de campeones en ese lapso, para acumular cuatro en su historial.


En resumen, el baloncesto en Venezuela continua creciendo, pero necesita de mas personas relacionadas con sistemas de seguridad que garanticen el espectáculo, así  como logísticamente avanza, también deberá hacerlo en esta materia de seguridad y organización, ya que son en estos momentos, los huecos aun sin tapar de esta autopista inmensa que es el talento venezolano en los tabloncillos…

Me voy…. Pero regresaré…

Roger Escobar.