Durante más de treinta años Swatch ha encabezado un movimiento artístico centrado en la muñeca.

Desde la cultura pop hasta la más refinada, la colección Swatch Art Special invita a artistas contemporáneos de todos los ámbitos a plasmar sus habilidades creativas en un lienzo simbólico del tiempo: el reloj Swatch. A través de esta colaboración estrecha con pintores, músicos, diseñadores y otros artistas progresistas, Swatch ha seducido a Mika, Olaf Hajek y a muchos otros para que ilustren sus interpretaciones personales y el amor por «el arte para la muñeca» en una edición especial exclusiva de Swatch. Alexander Gorlizki, virtuoso creador de miniaturas intrincadas y de abstracción visionaria, es el último artista en añadir su toque especial a la colección Swatch Art Special.

De origen británico, Alexander Gorlizki trabaja en Nueva York y Jaipur (India) y combina una amplia gama de materiales: desde el papel y la tela hasta la fotografía, la escultura y el vídeo. Su estilo surrealista y alegre está lleno de cariño. A menudo representa iconografías caprichosas con motivos geométricos, diseños tradicionales en los que se unen Oriente y Occidente y combinaciones de colores para crear obras de arte elaboradas. Las obras más conocidas de Gorlizki derivan de su autoproclamada «obsesión» por las pinturas en miniatura indias, una tradición centenaria que ha reinterpretado con una visión singular. El proceso artístico implica colaboración y, por ello, cuenta con la participación del maestro pintor miniaturista Riyaz Uddin y sus asistentes en un taller que Gorlizki estableció en Jaipur en la década de 1990. Una vez diseñadas y dibujadas, Gorlizki envía sus interpretaciones o trabaja junto a Uddin, que a su vez las retoca con un pincel de pelo único.

Para diseñar SLIDING DOORS, el nuevo reloj de la Swatch Art Special Limited Edition, Gorlizki se inspiró en el Jali, la talla ornamental clásica de la India, hecha generalmente de madera, piedra y mármol. Los patrones geométricos de Gorlizki crean un intrincado rompecabezas enriquecido con detalles fascinantes y una paleta moderna y vibrante. Los diseños entrelazados cubren cada superficie de la parte delantera, con grabados en el reloj e incluso en los bordes, hebilla y presilla.
 
El artista utiliza los mismos increíbles elementos visuales en un estuche especial con un estampado de figuras geométricas prestigiosamente decoradas. Haciendo alusión al nombre de este reloj de pulsera, la tapa del llamativo estuche se desliza juguetonamente para mostrar esta obra maestra de la relojería.

Gorlizki afirma que «la colaboración con Swatch supuso un desafío irresistible para crear un diseño muy contemporáneo, pero que al mismo tiempo conservase las técnicas artesanales y formas tradicionales». Limitada y numerada a 4567 piezas, un número original y desigual, hay un poco de Gorlizki en cada detalle.