Desde que le dio por cambiarse el peinado, convirtiendo su larga y lacia melena en una combinación mitad blanca,

mitad negra, al más puro estilo Mónica Naranjo, la excéntrica cantante no ha parado en su afán por reencarnarse en los dibujos más animados de la pequeña y la gran pantalla.

Hace tan solo unos días veíamos a Lady Gaga con su última adquisición en cuanto a pelucas se refiere: la de color verde turquesa, que tanto utiliza de un tiempo a esta parte.

Pues bien, la semana pasada optó por lucir un flequillo recto y enrollarse de forma ascendente el resto de la melena en un recogido más propio de Marge Simpson. De esta guisa y con un vestido con mangas tipo capa en color beige, guantes blancos y gafas de sol, vimos a la artista transformada en la mujer de Homer.

Pero eso no es todo, porque unos días antes, a Gaga le dio por emular al personaje más malévolo de 101 Dálmatas, la mismísima Cruella de Vil. Con su pelo mitad blanco, mitad negro, suelto y un look felino, con estampado de leopardo combinado con retales rojos, la cantante sorprendió a todos los taiwaneses durante su estancia en el continente asiático.

La última de Lady Gaga ha sido convertirse en la novia del ratón más conocido de la factoría Disney. Vestida a lo Minnie Mouse, la excéntrica artista aterrizó en tierras australianas con un vestido largo hasta los pies, en color blanco, con un cinturón ancho en negro y guantes largos del mismo color.

Pero, lo que le hacía asemejarse a la dulce y presumida ratona no era tanto el estilismo elegido, como el peinado que escogió para la ocasión: dos maxi moños situados uno a cada lado de la cabeza de la cantante de Born this way, que precisamente se encontraba en Australia para promocionar su último trabajo.