Con una figura envidiable y un carisma único, Zaphyro Artiles salió del anonimato con su aparición en la prestigiosa revista Playboy Venezuela, en la que asombró a los  lectores con su belleza y al equipo de producción por su seriedad y profesionalismo ante el lente, lo que dio como resultado una sesión muy artística.

       Aunque en ese momento su meta era comenzar su preparación académica para iniciarse en las artes escénicas, un suceso más importante retrasó su proyecto profesional: en nueve meses se convertiría en madre, por segunda vez, así que dejó todo a un lado para dedicar su atención al ser que crecía dentro de ella.

       Hoy, el pequeño Alfredo Raphaell ya tiene 1 año, mientras que su hijo mayor, Héctor Eliezer, tiene 6 años,   por lo que Zaphyro decide retomar su camino hacia la actuación, una inquietud que trae desde niña, cuando estudió las artes escénicas en una pequeña academia de teatro en San Cristóbal, de donde es oriunda. “En mi casa todos son abogados, ingenieros, médicos, etc. Por lo que mi madre siempre me decía si de verdad pensaba dedicarme a la actuación, algo que al principio no le inspiraba confianza, pero al ver mi firme determinación no tuvo más que aceptarlo y hoy mi familia entera es de gran apoyo para mi”, comenta Zaphyro con una determinación que no deja duda de cual es el camino que desea seguir.

       Y precisamente por ser su anhelo desarrollarse profesionalmente en las artes histriónicas es que hace algún tiempo ingresó a la Academia de Actuación Luz Columba, bajo la tutela del profesor Nelson Ortega, quien le ha elogiado por su rápida evolución y desenvoltura. Para complementar la preparación histriónica, Zaphyro se ha unido a la academia del LSQuadrón  desde hace poco más de un mes, recibiendo clases de baile: “Me parecieron súper interesantes las disciplinas de danza que se dan ahí, de hecho fue Franco quien me sugirió expandir mis aptitudes artísticas usando la danza. Estoy recibiendo clases de ballet clásico y contemporáneo, hip hop y pole dancing”, asegura al hablar de su formación como artista integral.

       Hablando con algunas personas claves en el mundo del espectáculo ha recibido algunas propuestas, pero ella asegura querer sentirse más preparada antes de salir al ruedo: “Quiero que me vean como una buena actriz, como una profesional y no como una mujer sensual buscando entrar en televisión. Prefiero que hablen de mi talento, que de mi cuerpo”.

       Como parte de este nuevo camino que ha emprendido, Zaphyro se ha realizado esta fabulosa sesión fotográfica con Luis Crespo, bajo la producción y vestuario de Carlos Aguilar. Contando para ello con un equipo de profesionales para la imagen: El maquillaje estuvo a cargo de Carlos Daniel López y el estilismo fue de Jesús Manuel Liendo. Ante el estilo que adoptó con esta sesión, Zaphyro asegura que se trata de una manera de mostrarse como realmente es: “Me considero una mujer elegante, glamorosa y divertida, definitivamente quería proyectarme como realmente soy, ¡¡¡VESTIDA!!! jajaja”. Por último Zaphyro dice «soy hija, madre, mujer, amiga, luchadora y emprendedora… simplemente soy una mujer venezolana»

       Con el profesionalismo que esta chica está tomando su ingreso al mundo del espectáculo, no será de extrañar verla pronto en las producciones dramáticas de nuestro país, así como en las tablas y el cine.