Medios mexicanos reseñaron que estuvo en el hecho


La productora de eventos en Cancún aseguró que no estuvo en DF, donde falleció el dj venezolano, y compartió con Contrapunto la versión que maneja de los hechos. Según cuenta, el asesino no era conocido de Gámez

Charlotte Isabel Amengual es una sensual “productora de eventos masivos y máxima guía turística en Cancún”, tal y como lo hace saber en su perfil privado de Instagram (@charlottevenezuela). Nacida en Venezuela, y radicada actualmente en México, la joven de 29 años ha sido bailarina del cantante de bachata Romeo Santos y trabaja con el dúo reguetonero de Puerto Rico, Jowell y Randy. En su cuenta de Facebook comparte sugerentes fotos posadas en traje de baño y minúsculos vestidos.

Desde el pasado viernes, Charlotte Isabel se dio a conocer por la noticia de que había sido detenida en Ciudad de México por su presunta implicación en el asesinato de los Dj’s venezolanos Héctor Gámez y Roberto Plyskynton (Dj Puli), ocurrido la mañana del jueves 02 de julio en un hotel de citas ubicado en el barrio Tepito (Iztapalapa).

Algunos medios mexicanos informaron que Charlotte se encontraba, junto a otras tres venezolanas, en la habitación 7 del hotel Villa de las Torres cuando ocurrió el crimen de los pinchadiscos venezolanos y del mexicano Sergio Fuentes.

Sin embargo, Amengual, en conversación con Contrapunto, desmintió categóricamente su implicación en el fatídico suceso así como también su detención por parte de las autoridades policiales mexicanas. Argumenta que ese día no estaba con Gámez y Dj Puli en el hotel, porque se encontraba en la ciudad de Cancún, donde vive, y no en Ciudad de México.

He aquí su testimonio con respecto a lo sucedido y de la relación de amistad con el fallecido Dj Héctor Gámez:

«Yo no tengo absolutamente nada que ver con esto. Yo me encuentro en otra ciudad. De hecho, yo estaba grabando con unos reguetoneros famosos (Jowell y Randy). En cuanto a la policía, yo no tengo problemas con la justicia».

«Las muchachas que estaban esa noche con Héctor y Puli fueron liberadas, pues obviamente ellas tampoco tenían nada que ver con lo que sucedió. Pero al estar presentes en la escena del crimen, es lógico que la policía las detuviera por averiguación».

«La vaina es que supuestamente al asesino no lo conocían. Era amigo del mexicano (Sergio Fuentes) y novio de una de las chamas venezolana que estaba allí, que se llama Wilmari Acosta. Supuestamente mucha gente dice que fue por culpa de ella, aunque no fue culpa de ella porque ella no mandó a su pareja a que los matara».

«Hubo un mal viaje del tipo este porque, según la chama que estaba saliendo con Héctor, ellos estaban bien, vacilando. Ellos se fueron de una discoteca a seguir la rumba en la habitación de este hotel (Villas de Las Torres) donde pasó todo. El tipo, aparentemente, llegó y le dijo a una de las venezolanas que se agachara porque Puli lo estaba viendo mal, y los mató a los tres. Primero fue por el Puli y luego mató a Héctor y a Sergio».

«El tipo parece que estaba ‘malempapelado’, se le volteó el coco y después de lo que ocurrió sigue prófugo. Habían dicho que se había suicidado, pero no es así. Sabe Dios dónde estará el hijo de puta».

«No sé que carajo hacían todos juntos en ese barrio tan feo. Tepito es uno de los barrios más candelas que hay aquí. Ni yo, que tengo tantos años en México, me meto en esa zona, no me meto en la boca del lobo».

«Ya las chamas están sueltas. Las detuvieron, les hicieron exámenes de balística y salieron bien. Investigaron sus teléfonos y ninguna de las chamas tenía nada que ver, solo una, Wilmari, tenía el teléfono del asesino y de Sergio Fuentes».

«Ni Akira, ni Hanie, ni la otra chama que estaba con Héctor, que se llama Génesis, tenían vinculación con el asesino».

«Héctor era una persona muy querida en Venezuela. Yo lo conocí hace 14 años en Margarita. Pero yo en esta oportunidad ni siquiera lo había podido ver. El tuvo una rumba el 25 de junio y no pude ir por cuestiones de trabajo. Yo, más bien, estaba loca por ir al DF para escucharlo mezclar. Y no pude. Ya yo he quemado esa etapa, no puedo dejar un trabajo para irme a rumbear».

«Esto no pasa solo aquí, en México, eso también pasa en Venezuela y en Puerto Rico. Las armas son terribles. De verdad, se ha perdido el respeto a la vida. Es muy triste que un día tu vayas a vacilar y porque a un loco de mierda le dé una mala nota, o lo viste feo en ese momento, la vida se te acabe».

«Aquí no estamos hablando de un asesinato premeditado, de esos que alguien manda a cometer, simplemente al tipo le dio una loquera y ya».

Fuente: contrapunto.com