Ahora que el cantante finalmente alcanzó el éxito luego de cinco discos, cree que ser paciente fue lo mejor que pudo haber hecho


La fórmula que Robin Thicke usó para brillar a lo largo del último año y lograr la internacionalización consiste en mucha paciencia y convicción en su talento.

Cantante, compositor y productor, Thicke triunfó con «Blurred Lines», éxito que coprodujo y cantó con Pharrell Williams, aunque su carrera ya estaba respaldada por cinco discos previos.

«Pasaron 10 años para que sucediera esto, estoy feliz de que la gente me escuche y me ponga atención. Sinceramente, creo que lo mejor fue haber sido paciente y no desesperarme. Siempre estuve convencido de que esto era lo mío, y viví haciendo pruebas y experimentos hasta que llegó el momento adecuado», asegura.

Su esposa, la actriz Paula Patton, y el hijo de ambos, Julian Fuego, han sido la motivación para no darse por vencido.

Algunas voces criticaron que Miley Cyrus le hiciera twerking a Thicke en los MTV Video Music Awards, mientras que otras consideraron que ambos lograron llamar la atención.

De ser telonero de Beyoncé, Alicia Keys y Maroon 5 en distintas giras, o de compartir créditos con Jennifer Hudson y Miguel, ahora es el estelar del ‘Blurred Lines Tour’, que comienza el 21 de febrero en Atlanta.