El cantante y compositor venezolano, integrante del exitoso dúo Chino y Nacho, espera que sus hijos vean en él un ejemplo

que los ayude a formarse como mejores seres humano

La vida de Miguel Ignacio Mendoza, mejor conocido como Nacho, se comparte entre sus actividades como artista (conciertos, promoción y viajes) y la responsabilidad de ser padre de tres pequeños: Diego, Miguel Alejandro y Santiago Miguel.

Diego, de ocho años, es el mayor de sus hijos  y vive en Barquisimeto, por lo que el artista aprovecha las vacaciones escolares y cualquier viaje a suelo venezolano para compartir con él. En Miami, ciudad en la que se radicó desde hace un tiempo dado el éxito de su carrera y los múltiples compromisos en distintas ciudades de Estados Unidos, el inquieto cantante y compositor comparte con sus dos hijos más pequeños: Miguel Alejandro, de dos años, y el pequeño Santiago Miguel, de seis meses.

“Antes de tener a mis hijos pensé que mi más enorme pasión era la música, ahora nada se compara con la pasión de ser padre. Antes de mis hijos estaba resignado a vivir de un lugar a otro, ahora sólo pienso en el viaje de regreso a casa”, comenta Nacho, quien este domingo espera compartir con sus hijos y su pareja, Inger Devera, alguna comida en familia y disfrutar de una película en la tranquilidad de hogar.

Ser un buen ejemplo para sus retoños es el mayor compromiso de Nacho. “Trato en lo posible de pensar mucho antes de cada acción, para que lo que ellos vean en mí los ayude a formarse como los mejores seres humanos: amor, conocimientos y buenos valores”.

La responsabilidad y complejidad de rol de padre, así como no perderse los momentos de cada uno de sus hijos, son parte de su tarea diaria. “No es nada fácil ser padre, pero es mucho más fácil que ser madre, sin duda. Es complicado no contar con la concentración necesaria para actividades que debo realizar por mantener el hogar estable a nivel económico. Los bebés demandan mucha atención y tengo que encontrar la manera de estar presente, me toca dejar trabajos a la mitad, o simplemente renunciar a ciertos compromisos para no ser un padre ausente; pero a la vez pienso en lo peligroso que es descuidar mis labores y poner en peligro el futuro de mis hijos”.

Además de los mimos y juegos con sus chamos, de las comiquitas, parques y el disfrute de sus travesuras y logros, Diego, Miguel y Santiago también han inspirado canciones que reflejan su plenitud como padre. “Les he escrito muchas canciones a mis hijos pero aún no he tenido la oportunidad de grabarlas. «Me gusta ser tu papá», «Un hijo como tú», «Aquí estaré», son los títulos que utilicé… ellos me inspiran, me alegran la vida, simplemente los amo!”.

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