La estrella del pop dice que no es tan hábil para las coreografías de sus videos, pues siempre cae y termina golpeada o cortada

Aunque su carrera profesional está plagada de sensuales y exigentes coreografías, Beyoncé asegura que no es tan habilidosa en el baile como demuestran los resultados finales de sus vídeos musicales, ya que tras los ensayos con los que trata de alcanzar la perfección artística siempre acaba cubierta de magulladuras y cortes por sus aparatosas caídas.

«Me he caído muchísimas veces, así que ya he aprendido cómo hacerlo sin sufrir lesiones de gravedad. Es muy raro que no tenga alguna herida tras practicar una coreografía, siempre acabo con moratones en las piernas y en las caderas. O me caigo o me golpeo contra cualquier cosa», reveló la intérprete a la edición británica de la revista Vogue.

Pese al castigo que supone para su cuerpo la grabación de cada uno de sus vídeos musicales, la diva estadounidense se toma sus contratiempos con mucho humor, debido a que sus más de 10 años de carrera profesional le han proporcionado experiencia de sobra para aprender a soportar las continuas molestias físicas.

«En el set de rodaje solemos bromear sobre el tema de las caídas. Cada vez que saco un buen vídeo, ese es el resultado de muchos tropiezos y de algún que otro corte. Siempre acabo sangrando por una razón u otra, ya sea por culpa de los zapatos o de los vestidos. Pero una vez que has comenzado a ejercitarte y a practicar, solo tienes que hacer frente a las adversidades y resistir hasta el final. Todo es cuestión de acostumbrarse», explicó la imponente artista.

Además del aspecto escénico de su trayectoria musical, Beyoncé siempre se ha destacado por los sofisticados y atrevidos atuendos con los que se presenta en el escenario, así como por los altísimos tacones que estilizan su regio porte. El glamuroso calzado de la superestrella y la habilidad que demuestra a la hora de bailar con incómodos zapatos le ha reportado numerosas alabanzas por parte del público y de los medios especializados, algo en lo que ella no repara demasiado cuando por su mente solo se cruza el intenso deseo de deshacerse de ellos cuanto antes.

«En el escenario no siento dolor alguno porque la adrenalina toma el control de la situación por completo. Pero cuando salgo del escenario me quito todo lo que llevo encima, tiro los tacones y solo quiero volver a estar cómoda», añadió.

Pero sus elecciones estéticas y el evidente atractivo físico de la vocalista también le han valido críticas por parte de algunos sectores feministas, que le recriminan la supuesta contradicción que existiría entre sus convicciones sobre los derechos de la mujer y la imagen estereotipada que, en su opinión, proyecta Beyoncé con sus sugerentes vestidos. La cantante replica a sus críticos atacando a la falta de lógica de sus argumentos, y para ello proclama que la feminidad no es sinónimo de sumisión o debilidad.

«Esa es precisamente la razón por la que puedo llevar esa ropa. ¿Por qué tienes que elegir siempre un prototipo simplista de mujer y ponerte la etiqueta? Yo solo soy una mujer y me encanta serlo. Si eres atractiva, ¿eso significa que no puedes ser también inteligente?», reflexionó.