En el Ateneo de El Hatillo
 
»Veinte Años No son Nada» es  el nombre de la exposición que de la mano del artista plástico Carlos Gallero es exhibe  de martes a sábado, en el horario comprendido entre las 10:00 am y las 5:00 pm, en las instalaciones del Ateneo de El Hatillo, hasta el venidero 22 de noviembre.                
 
La muestra se fundamenta en un concepto de paz que a su vez se transforma en un llamado , una alerta  que invita a la reflexión y reformulación del mundo partiendo de una emotiva explosión de colores,  a través de la cual  se recrea una síntesis de la condición humana que desnuda  la Utopía del Ser . De esta forma el espectador  se involucra participando de  la fuerza de la pintura del artista, que se concibe bajo una propuesta de vuelo.               
 
 “20 Años No Son Nada” – que evoca el tango de Gardel- es el fruto del trabajo creativo  de veinte años para  consolidar   1.200 obras, sin mostrarlas,  y que ahora contiene esta  exposición y que son un reflejo de la  inagotable pasión por el arte de Carlos Gallero, quien  además ha incursionado en la dirección de teatro, la escenografía, a la par de  haber realizado una ardua labor como diseñador de parques temáticos entre los que se cuenta “Aurora de Venezuela”. Tras una exitosa  producción,  con más de una veintena de exposiciones individuales y colectivas,  en diferentes países como Brasil, Uruguay, Argentina, Bélgica, Israel, Holanda, Alemania, España, Gran Bretaña, Colombia, Guatemala, Ecuador, Bolivia y Chile.                
 
«La creación es algo sublime que esta fuera de todo tema sin el arte en general,  la pintura, la música, sería más duro todo, tenemos que hacer cosas todos cada uno desde su ámbito, a cada propuesta yo le agrego un hecho educativo, creativo, incluso en la exposición vamos a tener un área  de creación plástica para los niños, en la que   ellos jugarán, a través de unos cuadros preparados, especialmente, para que  descubran cosas, canalizando sus inquietudes. Y puedan ir expresando y sintiéndose cada vez más sueltos ante la plástica. Las paredes de mi taller están escritas por mi pequeña nieta y me digo, ‘si yo pudiera hacer eso’, tenemos que alimentarles su creatividad, allí  hasta van a pintar un cuadro. Mis obras presentan unos colores potentes como protesta a todo aquello que lamentablemente está gris, oscuro, difícil de sortear, en el mundo entero. Es  una explosión de vida,  se van  a ver pinturas  en las que juego con cuarenta colores, son los colores de Venezuela, un país fabuloso”- apunto Carlos Gallero quien nació en el barrio negro de Montevideo, Uruguay.