Bacardi, la marca de ron importado número uno en Venezuela, ha acompañado por más de cien años a este cóctel reconocido mundialmente. Creado por un ingeniero de minas estadounidense a finales del siglo XIX, es ahora uno de los tragos más populares nacidos en Cuba. Junto al Mojito y la Cuba Libre, hoy es un emblema del país caribeño que permite a quien lo prepara, una variedad divertida y refrescante de sabores

Al finalizar la guerra entre Estados Unidos y España en tierras cubanas a fines del siglo XIX, un cuerpo de ingenieros norteamericanos explotaba las minas de hierro cerca de la localidad de Daiquirí, en Cuba. Las condiciones de trabajo eran muy difíciles y las comodidades más bien pocas. Bajo el abrasante sol caribeño las jornadas de trabajo eran calientes y sudorosas, y para mantener el ánimo de los mineros, la dirección les daba altos sueldos, alojamiento gratuito, puros gratis y una recompensa muy especial: un galón mensual de Bacardi Carta Blanca.

Jennings S. Cox era el director en las minas de Daiquirí. Ingeniero de carrera, pero mezclador de tragos por naturaleza, buscaba constantemente nuevas bebidas que mitigaran el calor del Caribe. Experimentó sin cesar con ingredientes locales, mezclándolos con el ya reconocido ron Bacardi Carta Blanca, hasta que consiguió un coctel que lo refrescara luego de un duro día de trabajo en las minas.
 
Una noche en una reunión con sus asociados, Cox tomó una coctelera y agregó jugo de limón recién exprimido, azúcar, hielo triturado, Bacardi Carta Blanca y lo agitó bien. Así consiguió una bebida helada y refrescante que se convirtió en un éxito de inmediato entre los asistentes.

Tiempo después, en el Hotel Venus de Santiago de Cuba, Cox y sus hombres se encontraban disfrutando la nueva invención del ingeniero y al mismo tiempo refrescando el calor, cuando Cox se puso de pie y dijo que era hora de ponerle un nombre a la bebida. Al cabo de unos minutos exclamó: “Ya lo tengo, lo bautizaremos Daiquirí, en honor a las minas”.

Así nacía una bebida que se convirtió en una sensación en toda Cuba y luego en el mundo, porque siempre que Cox viajaba llevaba consigo una copia de la receta y enseñaba a cada barman a prepararla. Luego, cada uno de ellos agregaba su toque personal combinando nuevas frutas y agregando otras clases de rones, como los oscuros envejecidos de Bacardi.

Ya en los años 20, el Daiquirí acompañaba a celebridades y turistas que acudían a La Habana, ciudad que empezaba a conocerse como un importante destino turístico por sus cálidas playas y agitada vida nocturna.

El original: Bacardi, azúcar, hielo y limón

El Daiquirí original se preparaba con 60cl de Bacardi Carta Blanca, una cucharadita de azúcar, hielo triturado y el jugo de dos limones. Se agitaba todo en una coctelera manual y se vertía en un vaso.

Daiquirí Nº 4: Versión congelada

Antes de 1937, la versión congelada de los Daiquirí o “Daiquiri N º 4”, se inventó en La Habana, en el bar La Floridita por el barman Constante Ribalagua. Posteriormente, con la invención de la coctelera eléctrica el hielo tomó otra consistencia haciendo al Daiquirí aún más refrescante.

En la década de 1950, el reconocido escritor Ernest Hemingway frecuentaba el bar La Floridita y una vez escribió: «Mi mojito en La Bodeguita. Mi daiquiri en La Floridita”. Ron Bacardi fue la elección para ambas bebidas.

Los rones Bacardi son reconocidos en todo el mundo. Su calidad y sabor les ha permitido  ganar más de 30 medallas en competencias internacionales, siendo el ron blanco más galardonado en el segmento de licores. Ocupan el primer puesto de preferencia y ventas de este segmento de los destilados. Anualmente, se venden más de 20 millones de cajas en los cinco continentes, convirtiéndose así en la marca de licor de mayor venta en el mundo. Bacardi Limón fue lanzado en 1995 y en 2005, se lanzó la nueva imagen de la botella de Carta Blanca. En Venezuela, es el ron importado de mayor venta y preferencia del país.