La animadora de la sección de arte y espectáculos matutina de El Noticiero Televen, Lo Actual muestra el gran amor que siente por su madre, afirma que es muy consentida por todos

y cuenta algunas travesuras que le hizo a su mami cuando era niña…

En medio de una exquisita sesión que Bárbara Sánchez planifica junto a su madre, como uno de los regalos que le dará este día, nos cuenta de sus momentos felices, tristes, pequeñas diabluras de niños y muchas de las enseñanzas que ha vivido junto a su madre “La Nena”.

¿Cuál es el mejor mensaje que le puedes regalar a tu mami por el Día de la Madre?
Que nunca es tarde para querer, y  que a pesar de que los años pasan, sigo sintiendo que me ama, igual que cuando era chiquita.

¿Ya le compraste un regalito? ¿Qué le vas a regalar?
No, no se lo he comprado todavía. Hice esta sesión de fotos juntas que le voy a regalar y me puse de acuerdo con las hijas de sus amigas para hacerle una comida en casa y pasar el día todas reunidas. Mi mamá es delicada para los obsequios, cada vez que le regalo ropa, siempre tengo mala suerte y no le sirve.  Entonces, cuando tengo la tarea de comprarle algo, lo pienso muy bien. Por ejemplo,  el año pasado le regalé un teléfono y sabía que sería perfecto, porque no era un regalo de tallas. (Risas).

¿Cuál crees, de los regalos que le has dado a tu mamá, es el que ella más recuerda?
No sé cuál es el que ella más recuerda, pero sí te puedo decir cuál es el que más recuerdo yo.  Desde niña tuve la costumbre de regalarle algo en el colegio, siempre hacíamos manualidades y cuando tuve la oportunidad de darle un regalo para el que fui reuniendo dinero, le mande a hacer como con un mes de anticipación, un joyero en forma de corazón de cerámica. Tuve que ahorrar mucho para eso.

Y para el segundo regalo, pasé como dos meses ahorrando de bolivita en bolivita. Entonces,  un día después del Día de la Madre fui muy emocionada a comprarlo, era un anillo bellísimo, y fui contenta a su trabajo para llevárselo. Llegué y le dije: “mami vengo de buscarte el regalo”, pero cuando lo busqué en el bolso, ya no estaba, lo había perdido. Lloré y lloré, porque tanto esfuerzo que había hecho y después lo perdí. Mi mami también se puso a llorar conmigo. Ese día lo recuerdo mucho.

Todas las madres tienen una frase célebre que nunca puede faltar en un regaño  ¿Cuál es la frase de tú mamá?
Risas. Mi mamá se llama Neida y siempre le hemos dicho Nena. Cuando estábamos pequeños mis hermanos y yo siempre que peleábamos le decíamos: Ve nena, mira mi hermano! ¡Ve Nena, me está fastidiando!, y nena nos pegaba un grito diciendo: ¡menos mal que no me llamo Neno, porque si me llamara así, ya estuviera muerta VENENO… (Risas). Eso lo recuerdo mucho de cuando era niña, además que mi mamá nunca me regaña, y como soy la única mujer y la más pequeña de mis hermanos, entonces siempre he sido la consentida.

¿Cuál ha sido la alegría más grande que has vivido junto a tu mami?
Son muchas, por ejemplo, tenemos un sobrino que se llama Gabriel Alejandro, y es su único nieto. Entonces, cuando nos reunimos todos, disfrutamos con él es una de las alegrías más grandes que hemos vivido. Y te cuento que yo nunca he viajado con mi mamá, así me encantaría planificar un viaje de vacaciones juntas, es algo que anhelo mucho y espero que se cumpla pronto, creo que esa será también una alegría muy grande.

¿Y cuál ha sido el regaño más fuerte?
Mi mamá no utiliza la técnica del regaño.  Recuerdo que cuando era pequeña una vez me mandó a mi hermano y a mí al colegio, y de camino nos quedamos en un parquecito en vez de llegar al colegio. Unas horas más tarde, alguien nos vio, se armó un rollo grandísimo y la directora llamó a la casa. Pero entonces mi mamá no nos regañó, sino que se puso triste porque lo que habíamos hecho y cuando le vimos la cara de tristeza,  no nos hizo falta un regaño. Pienso que ver triste a tu mamá, pega mucho más que un regaño, porque eso te llega al alma.

¿Cuál es la mejor enseñanza que te ha dado tu mamá?
La mejor enseñanza es la educación. Yo vengo de una familia muy humilde, de padres separados.  Y cuando era pequeña,  mi mamá se tuvo que encargar sola de todos sus hijos, porque además mi abuelita había fallecido. Ella tuvo que hacer muchísimos sacrificios para que nosotros fuéramos a la escuela, y eso es algo que le voy a agradecer toda la vida, y ese esfuerzo lo valoro muchísimo.

¿Cómo defines a tu mamá en una sola palabra?
Luchadora. Mis papás se separaron y ella se encargó de nosotros, mi abuelita murió y ella se esforzó por nosotros. Recuerdo que durante mi niñez,  mi mamá tenía tres trabajos, y sólo la veía en la mañana y en la noche, porque ella salía de uno y entraba a otro. Ella  vendía productos de catálogo, trabajaba hasta las 3 en la prefectura, y de ahí se iba a trabajar a un colegio. Siempre ha sido muy luchadora.

¿Cómo ha sido la Nena en el rol de suegra?
Pienso que perfecta. A veces, mi hermano mayor se pone celoso y le dice: “mamá acuérdate que tu hijo soy yo, pareciera que la quieres a ella más que a mí”,  (refiriéndose a su esposa). Porque mi mamá apoya mucho la unión y no sólo apoya al hijo, sino que, en mi caso por ejemplo, me consiente a mí y también a mi pareja. Ella es muy consentidora. Por lo menos, a mi novio, siempre lo tiene consentido.

¿Qué es lo mejor que cocina tu mamá?
Bueno, ella no es muy apegada a la cocina, no es la típica mamá de la que uno dice el famoso dicho “la mejor hallaca la hace mi mamá”. Porque ella siempre ha sido muy trabajadora y claro sabe cocinar, pero no es que se la pase en eso. Lo que sí me encanta es un dulce de plátano que ella hace, me encanta, soy amante de los dulces.

Todos heredamos en algún momento alguna manía de nuestros padres ¿Qué manía has heredado de tu mamá?
He heredado muchas cosas. Soy de las personas que dice que los hijos son el reflejo de sus padres, y lo que soy es el reflejo de mi mamá en cuanto a carácter, comportamiento, y por ejemplo, llegamos a la casa y tiramos los zapatos, y no los ordenamos. Yo soy un poquito desordenada, y mi mama también. (Risas).

¿Cuándo piensas estrenarte como mamá?

No tengo fecha (Risas). No estoy buscando todavía. Cuando estaba niña pensaba en el futuro y decía “me casaría cuando tenga 23 o 25 años”, ya paso los 25, no me he casado y por ahora tampoco pienso en niños. Pero si llega, será una bendición. Yo adoro los niños y pienso que cuando tenga mi hijo, obviamente lo voy a amar muchísimo. No lo estoy buscando, pero si llega, lo recibiré con mucho cariño.