Definitivamente el astro Ricky Martin, ha convertido su condición homosexual, en un negocio, quizás hasta más lucrativo, que su propia carrera musical.

¡Qué ya es decir bastante! Desde su “salida del closet”, donde en comunicado de prensa confesó ser gay, hasta la fecha, la cuenta bancaria del interprete de “La vida loca” se ha incrementado varios ceros a la derecha. Y pensar que su “novio” Carlos González, es también su asesor financiero.

Una dupla verdaderamente exitosa en todo sentido… Lo cierto del caso es, que desde marzo de 2010, fecha que liberó su alma, como él mismo señala, al confesar lo que para muchos era su “secreto a voces” y presentar en sociedad a su prometido, su vida personal, eclipsó de manera contundente a su carrera profesional, pero lo convirtió a su vez, en un fenómeno mediático, que abrió el camino para lo que bien podríamos llamar “la liberación gay”. Heterosexuales, homofóbicos, mujeres, lesbianas y que decir de los gay aman a Ricky Martin.

Cada presentación pública del puertorriqueño, ahora nacionalizado español, desde el pasado 4 de noviembre, es largamente ovacionada y causa sensación y admiración. La llegada de sus dos hijos nacidos por el método de vientre en adopción, recibido con beneplácito, al igual que la familia disfuncional que les ofrece a las dos criaturas. Pero el fenómeno continúa y de un tiempo a esta parte, cada paso, información sobre su relación de pareja y hasta el posible matrimonio del cantante y actor, es noticia de primera plana.


Todo el mundo está a la expectativa. Los diferentes diarios y revistas, luchan por la exclusiva y junto a sus millones de seguidores, están pendientes de su cuenta en Twitter, que se ha convertido últimamente en su “balcón”, para comunicarle al pueblo, su próxima “liberación” o confidencia sobre su vida al lado de su amado y sus dos retoños. ¡Increíble, pero cierto! Definitivamente Ricky le metió el dedo en el ojo al mundo y ahora es bandera, ejemplo y líder vanguardista del movimiento o “liberación” gay. Mientras contradictoriamente, millones de personas aún viven escondidos y llevando una doble vida, por miedo al rechazo de la sociedad, millones de personas también aplauden y no censuran la conducta de Martin, quién rompió paradigmas con su “mariconeria” y hace de su vida privada un circo, muy al estilo de la diva zuliana Lila Morillo. Nadie o casi nadie reprocha su conducta, pero si lo llegase hacer un simple mortal, otro gallo cantaría…


La última bola lanzada fue su matrimonio con su novio, especie desmentida, luego de varios días de ser noticia de primera plana a nivel mundial, por su publicista Helga García. Ricky “estratégicamente” todavía no ha dicho ni pío y mientras tanto, sigue el circo sobre su vida privada y él feliz con su cuenta bancaria y todos los beneficios que su analizada “confesión” le ha traído a su vida, desde que decidió salir de su closet de cristal.