Luego de que en al año 2009 un tribunal le permitiera a la agrupación Proyecto A interpretar todos los  temas

con los que se dieron a conocer en la orquesta Adolescentes, su creador, Porfi Baloa, decidió apelar esta decisión, lesionando nuevamente de esta manera el derecho al trabajo de sus integrantes, Sócrates y Wilmer Lozano.

El caso cayó, el pasado 18 de noviembre, en el Juzgado Trigésimo Quinto de Control del Tribunal de Primera Instancia del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas, cuya jueza a cargo, Anabell Rodríguez, presuntamente pretendió dictar una medida cautelar, adelantándose a la audiencia, sin escuchar ambas partes, para intentar prohibirle a José Gregorio Cariaco (Sócrates) y Lino Antonio Lozano (Wilmer Lozano) la interpretación de temas como “Persona ideal”, “Clase social” y “Horas lindas”, que son autoría de Porfi Baloa.

La opinión de los afectados…

Sócrates, ¿qué opinas de esta medida cautelar que intenta prohibirles interpretar los temas que ustedes popularizaron con sus voces en la orquesta Adolescentes?

“Pienso que se precipitó la juez. Eso me desconcierta, porque pretende  quitarnos  el derecho que tenemos de trabajar. Interpretar esos temas es un derecho conexo. A Porfi no se le está quitando nada. Son temas que pegamos en nuestras voces. Sólo queremos trabajar y dar lo mejor de nosotros”

Wilmer, ¿por qué dicen que la juez Anabell Rodríguez esta parcializada hacía Porfi Baloa?

“La juez me amenazó diciendo que íbamos a llevar palo. Eso dio a entender que está del otro lado. Además, cuando se intentó dictar esa medida, ni siquiera estábamos en el país. Quedamos en que al llegar de gira por México era la siguiente audiencia. Además, cantar una canción no es un delito. Estamos amparados bajo el artículo 18 de la Ley de Autores y Compositores. Esa ley establece que no se pueden interpretar son los temas musicales no divulgados y, en nuestro caso, todos esos temas son de conocimiento público”

Cuando se pensaba que este insólito caso, ya había tenido un final claro y preciso, sale ahora esta nueva medida que lo que provoca es preguntarle al director y compositor dos cosas: ¿Para qué entonces compone? Sencillamente no lo haga y se evita este tipo de situación tan inverosímil. Y la otra seria como dice el refrán: ¿Hasta cuando Abigail?