Tuve la maravillosa oportunidad de asistir el pasado miércoles a una de las prácticas que realizan los pilotos de

GP2 Series aquí en Inglaterra y fue tal la experiencia que no puedo pasar desapercibido este momento, por eso decidí narrárselos y que sean tan cómplices como lo fui yo.

Recibo un mensaje vía Twitter: “El próximo 5 y 6 de abril estaré en Silverstone en los entrenamientos oficiales de la GP2. Los venezolanos en Inglaterra que quieran venir son bienvenidos, no necesitan entradas para ver las pruebas” me lo envía Rodolfo “Speedy” González.  ¡Wow! Mi sorpresa fue tal, que movilicé como quien dice cielo y tierra para poder asistir.

Desde que llegué  a este país hay varias cosas nuevas en mi vida, entre ellas el gusto por la las carreras automovilísticas de Fórmula 1. No puedo ocultar mi inflado orgullo al ver mi bandera venezolana y el nombre del país en los carros que conducen los también orgullo nacional: Pastor Maldonado, Johnny Cecotto y el protagonista de estas líneas Rodolfo González.

Tras la invitación extendida, salí el miércoles junto a dos venezolanos más, rumbo al circuito de Silverstone que está a casi dos horas de Londres. La emoción era similar a la que sentí el día que conocí Disney en Orlando, parecía una muchachita a la cual le cumplían un sueno.

Llegamos y ya estaban en plenas prácticas. El sonido de los motores de los carros en plena carrera es alucinante, tan fuerte como el que puede hacer un avión cuando no pasa volando bien bajo. Estacionamos nuestro carro y nos dirigimos a buscar un buen lugar desde donde apreciar a los corredores. Silverstone lucia solo, éramos contados los que estábamos ahí como espectadores, ya que cada equipo tenía a varias personas trabajando en los carros, etc.  

En lo que vimos que habían parado de correr nos fuimos hasta donde esta el “paddock” de la escudería “Trident” para la cual forma parte Rodolfo y justo ahí estaba él, con su gorra de Venezuela y el uniforme que dejaba claro su nacionalidad, gracias a la inmensa bandera que tiene bordada a la altura del ombligo. Estaba contento de vernos, nos agradecía y sonreía a la vez. Conversamos un rato, hasta que de pronto se acerca un señor a entrevistarnos junto a su camarógrafo. Ellos estaban sorprendidos de vernos ahí (porque ese apoyo en el extranjero es algo inusual) y nosotros también por la entrevista, que luego nos enteramos saldrá la próxima semana en Venezuela. Ese señor tan amable que nos abordó era el papa de Rodolfo.  

Nos invitaron a entrar al garaje, conocer de cerca su carro, el sistema en el volante y tomarnos fotos en cada rincón. Yo de verdad estaba alucinando. Al rato nos dicen: “acompáñennos”, nos vimos las caras y dijimos “Si ¿Cómo no?” sin saber a donde nos llevaban. Cuando de pronto entramos al lugar donde se reúnen todos los pilotos con su equipo para comer. ¡Wow! en lo que entré y vi a toda esa gente con los uniformes de sus escuderías, no podía creer que estuviera tan cerca de todos esos triunfadores que vemos correr en cada campeonato para alcanzar su sueno, ganar cada carrera de la GP2Series.

Ya sentados en la mesa con Rodolfo, su padre, uno de los mecánicos de su carro, el señor camarógrafo y nosotros los tres venezolanos que fuimos a apoyarlo, pudimos hablar de muchos temas, en los que se destacó Venezuela, todo lo que la extrañamos, el apoyo que ha recibido por parte de mucha gente, en fin, un rato agradable junto a un exitoso.  

Terminado el almuerzo, los pilotos debían volver a sus puestos para comenzar la segunda parte de las prácticas, por lo que, acompañamos a “Speedy” hasta su carro, mientras caminábamos notamos a varias chicas pidiéndole autógrafos y fotos. ¡Mucha felicidad y orgullo se siente en ese momento!

En lo que arrancaron de nuevo los carros en la pista, pudimos disfrutarlos un rato bajo un cielo completamente azul y con el sol de testigo. Fue un grandioso día junto a un venezolano que nos permitió saborear de cerquita un poco de su éxito. ¡Gracias por la invitación!

Por: Adriana Rodríguez B.
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