Microsoft comienza a prepararnos para el final del soporte principal de algunos de sus productos más exitosos, como Windows 7,

que pronto pasará a soporte extendido.

De cierta forma, sí. Y es que para una empresa tan grande como Microsoft, responsable del sistema operativo más utilizado en el mundo, comienza a ser poco práctico el mantener con soporte oficial muchas versiones del mismo sistema. Llega un momento, duela a quien duela, que actualizar es necesario, incluso así ello suponga un riesgo para sistemas críticos.

El pasado 8 de abril de 2014 nos despedimos, de forma definitiva, de Windows XP, se acababa su soporte oficial por parte de Microsoft, luego de casi dos años la empresa de Redmond preparándonos para este hecho. Hoy, nos recuerdan que Windows 8.1 es la versión reciente de su sistema, en la que está todo su foco, por lo que algún día también nos despediremos del famoso y aclamado Windows 7. De hecho, ese día desde hoy está un poco más cerca.

Microsoft anunció el fin del soporte principala Windows 7, lo que no quiere decir que el sistema dejará de contar con soporte técnico y actualizaciones dirigidas a la seguridad, no, sino que a partir de ahora se encuentra en soporte extendido, la
última fase antes del final.

Eso sí, aún no deben sonar las alarmas ni las masas enfurecidas deben sacar sus antorchas. El soporte extendido dura años, por lo que aún queda Windows 7 para rato, pero tomemos esto como un primer aviso, un recordatorio de que se avecina el fin, y que más pronto que tarde debemos actualizar.

La computación avanza a pasos increíblemente acelerados. Desde hace años se comenta, en forma de broma, que «los componentes de ayer son obsoletos hoy»; puede que sea exagerado, pero no deja de representar una base verídica de cómo avanza el desarrollo de hardware y software. Esto no quiere decir que nos veamos obligados a actualizar nuestro fiel PC de siempre, pero, sin ánimos de defender a nadie, tampoco podemos exigir soporte externo a una compañía que al fin y al cabo no es ninguna organización sin fines de lucro.

¿Qué le queda a Windows 7?

Poco, la verdad. El fin del soporte principal quiere decir que solamente a partir del mes de enero de 2015 los usuarios de Windows 7 recibirán parches dirigidos a solucionar fallas de seguridad de forma gratuita… y ya. De resto, cualquier otra nueva característica que se quiera implementar deberá ser pagada y bajo licencias, algo que no afectará al usuario común.

Pero en un par de años, siguiendo la tendencia de Windows XP, llegará el momento en el que Microsoft tampoco actualice más, de ninguna forma, Windows 7, dándole el fin absoluto y pasando la página para enfocarse en productos más nuevos. **Windows 7 nació en el año **.

Por otro, Windows 7 (en versión Home, Professional, Starter, Enterprise y Ultimate) no es el único que pasa a soporte extendido a partir de enero de 2015, también lo harán otros productos de la casa como Exchange Server 2010 y Windows Server 2008.

Fuente: Eduardo Marin – alt1040.com