Caracas. Por más de dos horas el público espera por el número más emocionante que se promete en
el Magic Circus Internacional, cuya carpa abrió al público el miércoles en el estacionamiento alterno del Centro San Ignacio.
Una gran bola de hierro es el receptáculo donde tres motociclistas suicidas -y no cuatro como se dice en la promoción- dan vueltas, se entrecruzan entre sí y hacen maromas a toda velocidad, convirtiéndose en uno de los números más aplaudidos de cada función.
Una treintena de artistas participan en las diferentes atracciones bajo la carpa, siendo el venezolano André Garré, el mago encargado de la parte de ilusionismo.
Garré, además de los tradicionales juegos con cartas, y de cortar a su asistente por la mitad, interactúa con los presentes, quienes lo ayudan a planificar el viaje de sus sueños que reposa en un baúl suspendido en lo alto de la carpa.
Perritos danzarines, hasta uno disfrazado de elefante, acróbatas que juegan con telas, cuerdas y tubos y payasos que se encargan de las transiciones del circo que reúne también a artistas ecuatorianos, argentinos, colombianos y mexicanos, como los hermanos de las Mentes Gemelas, quienes cédula en mano no sólo se dan el lujo de adivinar quiénes son los dueños de las mismas, sino que se aventuran a pronosticarle el futuro. En el intermedio, previa bajada de la mula con Bs. 50, leen la palma de la mano y entregan una larga lista de predicciones.
Por dos meses estará allí. Las entradas cuestan a partir de Bs. 60.
Por: carmela longo – [email protected]
Fotos: Hernani Lozada
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